La parida pero simpaticona historia de la Primera B / Copa Concasa – Vol II: 1992

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Hace algunos meses iniciamos lo que prometía iba a ser una serie fantástica (?) sobre la historia de la Primera B en Colombia, aka Copa Concasa. El primer volumen cubrió el torneo inaugural de 1991, el cual vio como Envigado lograba con algo de milagro (ejem, cof, cof) el ascenso al campeonato de la A de 1992. Por huelga de los operarios de la litografía que nos sacaba los pasquines tuvimos que aplazar el segundo volumen, pero como nos debemos al pueblo (jijiji), proseguimos esta serie rebosante de historias plagadas de humildad, canchas minúsculas y mucho folclor con el recuento del segundo torneo en 1992, que vio campeón a… ¡lean putos!

La Primera B de 1992. Campeón: abajo decimos…

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El fervor humilde de la B en un partido entre Rionegro (camiseta oscura) y un equipo desconocido en el estadio Alberto Grisales, circa 1992. (Fuente)

Como vimos en el Volúmen I, el primer campeonato de la Primera B fue una experiencia difícil, con poco brillo y en la que la inexperiencia fue suplida con mucha voluntad. Bueno, como la Primera Vez, jijijij…eh… sigamos y disculpen. El torneo de 1991 fue un parto llevado con mucho empeño por la Dimayor, que hay que decirlo, le metió todo lo que pudo para que el campeonato prendiera a pesar de la falta de espectáculo y de la indiferencia del grueso de medios y afición. Pero el impulso que agarró fue suficiente para que el torneo despegara, así sea rozando los techos de las casas vecinas al aeropuerto.

Total que se vino 1992 y el segundo torneo de la B, aka Copa Concasa. Que como buen síntoma contó con dos participantes más que los diez del año anterior: nueve sobrevivientes de 1991 – El Cóndor (Bogotá), Alianza Llanos (Villavicencio), Academia Bogotana, Deportivo Armenia, Deportes Dinastía (Riosucio), Atlético Buenaventura, Deportivo Rionegro, Deportivo Tuluá y Atlético Huila – más tres nuevos equipos que vale la pena mencionar:

  • Deportivo Industrial (Itagüí): solo por ese nombre tan brutalmente glorioso merecía ascender ex profeso. Este club, fundado en 1991 por empresarios antioqueños afiebrados por el fútbol, toma su nombre del principal sector económico legal (?) de este municipio pegado a Medellín. Afrontó su primer año de vida en el fútbol de la B con una nómina compuesta en su mayoría por juveniles antioqueños – fiel a la filosofía del club – y uno que otro no-tan-veterano sin lugar en equipos del departamento, como el ex – DIM Alex “La Pelusa” Orrego. Jugaba en el viejo estadio Municipal de Itagüí (que después fue remodelado y hoy conocemos como Ditaires) luciendo el poco original uniforme camiseta amarilla – pantaloneta verde tan común en equipos colombianos. Tuvo un comienzo prometedor, pero solo duró otra temporada más en la B y desapareció para darle paso al Deportivo Antioquia de la misma ciudad (yo creo que la ciudad de Buenos Aires ha visto menos clubes que Itagüí). Su técnico en el año del debut fue el exjugador Norberto Molina, que fue muy criticado por el nivel irregular del juego. ¿El apodo del equipo? “El Cariñosito” (!!!!!). Retiro lo que dije que merecían ascenso… al menos si hubieran tenido la costumbre de salir a la cancha al son de «Psalm 69» de Ministry
  • Palmira F.C. (Palmira): animado por la presencia en la B de clubes de Tuluá y Buenaventura, el municipio de Palmira también quiso sumarse a la fiesta de los pobres. Por lo que en 1992 se fundó el Palmira F.C. (no tengo el dato exacto, pero es muy probable que fuera fundado/soportado por la alcaldía como casi todos los clubes de esos años) que se alcanzó a inscribir en el torneo de ese año. Su sede fue el clásico estadio Francisco Rivera Escobar, y alcanzó a participar en varios torneos hasta desaparecer en 1994; reapareció en 1999 y volvió a irse para no volver en 2001.
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Este era el escudo de Palmira F.C. Si quiere comprar la insignia averigüe acá
  • Alianza Petrolera (Barrancabermeja): ¡ajá, este sí lo conocen! Si, el mismo que hoy participa con dignidad y sin hinchada en nuestra primera división, comenzó en 1992 su historia en el fútbol profesional. Barrancabermeja era una de las plazas en provincia con más afición al fútbol, y salvo el efímero paso de, eh, un equipo, no me acuerdo ahora cuál (?) en 1971, se habían quedado con las ganas de probar el vaginal y vicioso sabor del profesionalismo. Para 1991 no alcanzaron a entrar en la Copa Concasa, pero para 1992 hicieron la tarea y se inscribieron con tiempo. También hicieron la estrategia de combinar juveniles del departamento con veteranos sin cabida en el club fuerte de la región, en este caso el Atlético Bucaramanga (del que llegaron Miguel Montañez, Adolfo León Holguín y William Cervantes). Su uniforme era el mismo que le conocemos hoy, y a pesar de su ascenso reciente llevado de la manito de cierto club multimediático, le debemos respeto como uno de los clubes más veteranos de la B y uno de los pocos que no dejó de participar en los torneos de la B a pesar de sucesivas frustraciones anuales.

Con estos doce se montó el sistema de campeonato igualito al de 1991: dos rondas semestrales ida y vuelta –> los cuatro primeros en la reclasificación pasan al cuadrangular final (todos contra todos ida y vuelta) –> el campeón obtiene el ascenso –> del segundo para abajo ni mierda. El torneo comenzó un 3 de Mayo con los partidos Dinastía 1 – Armenia 1, Huila 2 – Tuluá 0, Industrial 1 – Cóndor 1, Palmira 1 – Buenaventura 0, Rionegro 1 – Academia Bogotana 0 y Alianza Llanos 0 – Alianza Petrolera 1. Los marcadores tan bilardísticos que se presentaron en la primera fecha auguraban un torneo bajo en goles (como el del año anterior), pero gracias a Diosito no: en este campeonato se destaparon los goleadores y se vivió varias masacres en cancha. La más notoria fue un terrible 10-0 que le encajó el Atlético Huila al pobre Dinastía de Riosucio, que de ser uno de los animadores del torneo anterior terminó desarmado, sin apoyo y jugando con juveniles con menos experiencia que Pastr*n*. Eso redundó en que fuera goleado hasta por el gato y terminara cómodamente instalado en el último puesto del año. Que a propósito, fue el último que lo vio con vida.

Rápidamente los que se destacaron sobre el resto fueron los tres que acompañaron al Envigado en el cuadrangular final anterior: Atlético Huila, Cóndor y Alianza Llanos. Los opitas eran una maquinita: tenían un combo – para la categoría – en el que destacaban varios conocidos: Guillermo “El Teacher” Berrío (que terminó como goleador del campeonato con 18 goles), Alonso “Tumaco” Alcíbar (13 goles), el ex DIM Wilson Cano, José “Chepe” Torres, Plácido Bonilla y Winston Girón. Ninguno era un crack como para que el Milan preguntara por ellos, pero casi todos tenían experiencia en la A y estaban sobrados para jugar la categoría en la que en esa época no participaban equipos de prestigio continental (?). En el arco estaba el rocambolesco Walker Cuesta, muy ágil pero muy propenso a cagarla, pero que en ese torneo terminó con la valla menos vencida. El equipo era dirigido por Alberto Rujana, joven técnico muy estudiado y de la tierrita, y que supo manejar la galaxia pueblerina que tenía en sus manos y la posicionó como uno de los favoritos para el título.

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Alonso «Tumaco» Alcíbar fue una de las figuras del Huila en 1992. (Foto tomada del extrañado Bestiario del Balón)

El Cóndor y Alianza Llanos eran otros favoritos para el ascenso por su actualidad y lo mostrado el año anterior. Los bogotanos no se pusieron a inventar y repitieron casi toda su nómina de 1991, con algunas adiciones como la del posteriormente conocido David “El Meneíto” Mendoza. Misma estrategia usada por los de Villavicencio; les funcionó a ambos, porque clasificaron sin mucho parto al cuadrangular final. Los otros animadores del campeonato fueron el Industrial Itagüí (se quedó a esto de pasar a la final), el Palmira y el Tuluá (aún no Cortuluá). El equipo del corazón del Valle fue la sorpresa del torneo; la experiencia de quedar de últimos el año anterior no les sonó como mucho y para 1992 se pusieron las pilas para no pasar por la misma. Entre las medidas tomadas se incluye la contratación del veterano DT Finot Castaño (el que fue campeón sudamericano con la selección sub 20 de 1987) y de varios jugadores con experiencia en la A, como Adelmo Vallecilla, Oscar Díaz y Diego Sanclemente, más un prometedor delantero de Padilla (Cauca) proveniente del Cali llamado Walter Escobar. La cosa funcionó tan bien que de hecho llegaron a la final como líderes generales en la tabla del año.

Al cuadrangular final clasificaron Huila, Cóndor, Alianza Llanos (los tres repitentes de la final anterior) y Tuluá. Los tulueños eran los favoritos por su campaña en el torneo regular y la solidez de su juego, pero en la final se encargaron de hacer la gran Tolima cuando este concepto aún no había sido instaurado. Unos pioneros… el que quedó campeón sobradamente, ganando 5 de sus 6 partidos – el otro lo empató – fue el Atlético Huila, que durante el año fue generando un entushiassshhhhhmooo creciente que invadió Neiva y que no paró hasta el día que se confirmó su título, una fecha antes de finalizar el campeonato. La gran diferencia entre el campeón de este año respecto a Envigado fue que Huila sí generó afición nueva: los opitas fueron uno de los animadores de la A el siguiente año no solo por su desempeño deportivo sino por el brillo que le dio el bulloso acompañamiento de su hinchada (la emblemática «La Fiebre Amarilla«). Me atrevo a afirmar que el ascenso del Huila fue fundamental en la consolidación del torneo de ascenso, porque le dio bastante frescura al anquilosado (?) fútbol colombiano, y generó un impacto mediático relativamente notorio. Por todo esto da bastante grima ver la soledad de las tribunas del Plazas Alcid el día de hoy…

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Alberto Rujana fue el técnico campeón de 1992

¿Alguien más tiene algo que agregar? Sí, yo:

  • El único extranjero del torneo fue el uruguayo del Buenaventura Edinson de la Iglesia. Que haya sido el único foráneo no se debió a motivos patrióticos-xenófobos (?), sino por simple tema económico… sospechamos que si no tuviera pasaporte sino cédula expedida en Puerto Tejada al uruguayo no lo hubieran contratado ni gratis.
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El uruguayo Edinson (¿Edison?) de la Iglesia cuando llegó al Sporting de Barranquilla en 1988. Reapareció no se cómo con el Buenaventura en la Copa Concasa 1992
  • Entre los técnicos conocidos que participaron en este torneo –  aparte de los mencionados – estuvieron Oscar Aristizábal en Rionegro, Arturo Boyacá en Academia Bogotana (repitente del año anterior) y Norberto Peluffo en Alianza Petrolera.
  • Otros jugadores conocidos por su trayectoria antes y/o después en la A, son Farley “Gato” Hoyos y Fabio “El Policía”  Hurtado (Rionegro), Lucio España (Armenia) y nada menos que Edwin Mafla (Palmira).
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Este señor se llama Fabio «Policía» Hurtado y jugó con Rionegro en la B de 1992
  • La Dimayor por esos años fomentó/permitió que los clubes añadieran en su nombre oficial al patrocinador, como medida para motivar a las empresas en invertir en los clubes. Así fue como el apellido (?) de Tuluá, Alianza Llanos, Cóndor, Deportivo Armenia y Academia Bogotana era «Colombiana» (por ejemplo, Alianza Llanos – Colombiana); el Huila era en realidad Atlético Huila – Doble Anís, más el Rionegro – Pilsen y el Dinastía – Oro Verde, que no tengo ni idea qué sería.
  • Este fue la despedida del Deportivo Armenia en el torneo de la B, y no precisamente porque ascendió. En su debut el año anterior, entre su pobre desempeño deportivo y el hecho de compartir sede con el tradicional Deportes Quindío, generó menos entusiasmo que una iniciativa para prohibir el guaro en Medellín. El desespero los llevó a jugar de local en 1992 en el estadio Azcárate Martínez de Buga, pero tampoco les sirvió. Por lo que el siguiente año le vendieron la ficha al recién nacido Guadalajara de Buga, que… lo veremos en el próximo capítulo, a la misma hora y por el mismo canal…
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Formación del Atlético Huila que participó en la Copa Mustang (bue, la A) en 1993. De la nómina que logró el ascenso el año anterior,están: Arriba el portero Walker Cuesta, Juan Carlos Díaz (segundo), Carlos Meza (quinto), Manuel Valencia (sexto); abajo el ídolo del club José «Chepe» Torres (primero). Trivia: ¡reconoce al segundo y tercero de la fila de abajo?

16 pensamientos sobre “La parida pero simpaticona historia de la Primera B / Copa Concasa – Vol II: 1992

  1. Tremendo Post Maestro, muy buena investigación sobre los primeros años de nuestra Primera B. Al parecer el Palmira FC va a reaparecer para el próximo año

    1. El palmira FC ya habia reaparecido unos torneos atras cuando el america cumplia con su destino inevitable de irse a la B, es más, ellos aparecieron con el ya desaparecido Sucre FC y ambos jugaron durante el 2011 y 2012 si mal no estoy.
      Otra cosa, el equipo que aparecio en 1971 en barrancambermeja fue el Oro Negro que reemplazo la ficha que habia dejado el bucaramanga

  2. Tremendo post Master,quien iba a pensar que ese América que fue el equipo con el que debutó el Huila en la A iba a descender algún día,me acuerdo porqué para esa época la B se veía mas lejana que Tattoine.

  3. Reverendísimo (?) post, genio total.
    Cuando rujana dirigía al Irreal Cartagena acá la gente cantaba una canción que rimaba algo como «con rujana el rean NO gana».
    Una corrección es: EDINSON » el guigo» Mafla.

    1. Ufff, bien complicado de sacar. Las de los primeros años sí de pronto, porque eran poquitos. Después ya toca mirar nómina por nómina a ver.

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