De copas de aguardiente y otras sacadas de pecho: la llenura de títulos del fútbol de hoy

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Hace un par de semanas River Plate volvió a ser noticia al enterarnos de que mientras casi toda Sudamérica dormía, habían ganado la Copa Suruga Bank.
¿La qué? Es decir, el también llamado Campeonato Sudamericano/Japonés que disputan entre el ganador de la Copa Sudamericana y la Copa J. League (que no es la misma liga, sino el “equivalente” nipón de la League Cup inglesa o la Copa de la Liga francesa, por mencionar torneos “similares” que a uno pudieran importarle). La cosa es que se juega un solo partido y al que gane le entregan un título internacional oficial y 200 mil dólares cortesía del banco que le da su nombre al trofeo.
Y ahí encontramos que al ser un título internacional oficial inspira sacadas de pecho entre los hinchas del que se la gana e interrogantes varios entre los que no (ah, verracos pa’ ser tan envidiosos): ¿un título oficial ganado por jugar un partido? ¿un partido al que no se le suele dar la misma seriedad siempre? ¿por qué otros eventos igual de intrascendentes no tienen el mismo reconocimiento? Por eso este espacio de La Monserga se abre para que analicemos algunos puntos para la discusión entre orgullosos moderados, perritus jubilosos y nosotros, los del montón…

El trofeo anhelado por millones...
El trofeo anhelado por millones…

La Copa Suruga Bank, al igual que [inserte aquí el título exótico de su preferencia] es…
1. Una muestra más de los absurdos mediáticos e institucionales del fútbol actual. Hubo un lejano tiempo en el que durante un año los equipos de un país medían fuerzas para que al final el de mejor puntaje, nómina, chequera, propietario y/o apretador de jueces quedara campeón; luego, la gloria trascendió a los continentes que hacían medir fuerzas a los mejores de cada país dejando un título continental. Esa vaina se acabó hace rato y con la disculpa de mayor taquilla-titulares-televisores prendidos-blogueros hablando mierda ahora hay opciones para que más de un club salve el año o para que uno solo se enrache y en un año llene por igual sus vitrinas y las jetas de sus hinchas, lugar último que bien puede tener este torneo.
Un caso diciente de esa estrategia la tenemos en Colombia, donde actualmente se disputan cuatro títulos locales anuales, los cuales otorgan cupo a dos campeonatos continentales. A pesar de la grima y la precariedad que han dado a nuestro fútbol otros inventos de la Dimayor, esta fórmula ha logrado resultados, visibles en el reciente aumento que algunos clubes tienen en su palmarés. Pasa que si esas cosas acá siguen prosperando, no descartemos en el futuro que la oferta de títulos oficiales aumente. Veríamos el Supertriangular Águila Liga-Copa 2016, el Supertorneo Pilsen Primera A vs Primera B, el Cuadrangular Café Águila Roja/Drogas La Rebaja de Subcampeones de Promoción 2012-2015, el Trofeo Ramón Jesurún de Campeones de Superliga o la Medalla Carlos Ardila Lülle al Equipo Más Chimbita de Colombia (?).
Pensar que hace unos años criticamos a Carmelo Valencia por cómo celebró la Copa Cafam ¡el hombre es un visionario que estaba celebrando un torneo que pronto volverá con estatus oficial!
2. Un ejemplo de la diversificación comercial del fútbol. El espectáculo pide plata y ésta a veces llega de formas aún más extrañas que los billetes que le tiraron a Blatter. En el caso de la Suruga Bank, apareció en 2008 la chequera de un banco japonés a los ejecutivos de la Conmebol, cuando ya otros tenían el manejo publicitario de sus torneos y cuando los gestores del fútbol de allá se les ocurrió el golpe mediático de un trofeo que podía disputar el campeón de la Copa J. League, el cual hasta entonces no obtenía cupo a copas internacionales. Así, el amor al billete que tantas dificultades le ha traído este año a los ejecutivos de la Conmebol en ese entonces nos dejó este engendro copero que (modo Iván Mejía On) hay que jugarlo y ganarlo.
Y si per$i$ten los intere$e$ de los patrocinadore$ pues muy sencillo, seguirá teniendo continuidad…
Ramón en la última asamblea de la Dimayor (el vapor lo generaron las ideas de nuevos torneos...)
Ramón en la última asamblea de la Dimayor (el vapor lo generaron las ideas de nuevos torneos…)

3. Una cooptación más de los controles de las federaciones al negocio del fútbol. El tema no sólo es de querer plata, también es de quererla toda (?), es por eso que aunque no sea nueva la idea de que los equipos juegan torneos fugaces, si resulta novedoso el interés mediático y la oficialidad de los mismos, en una cultura corporativa del control absoluto de la industria del fútbol. Hoy día este es un partido inane que se volvió noticia en medios masivos, que da un título oficial y que además le genera ingresos a los que intervienen en él. Pero su carácter hace preguntarnos por qué la simple presencia de los entes oficiales hace más importante a este título que a otros del pasado. Por ejemplo, la Copa de Ferias que reconoce todo el mundo menos la UEFA y que al menos tenía muchísimos más partidos y equipos pero que por ese detallito hay quienes no asumen como título continental; el Mundialito de Caracas que a falta de torneos internacionales solía disputarse con toda la seriedad del caso por equipos que eran invitados pero que en su mayoría venían de ganar algún título en su país.
De todas estas discusiones se ha liberado River y su hinchada por la oficialidad de su título. Y a pesar de la desorganización, improvisación y desdén dignos de cualquier torneo amistoso, ese mismo pecho pueden sacar quienes anteriormente ganaron Mercosures y Merconortes (jugada por equipos invitados), Interamericanas, Máster de Conmebol (tras de que nadie quería ir a la Copa Conmebol, imagínense querer jugar esta), Máster de Supercopa (¿cómo se llamó al que ganó eso? ¿requetecampeonísimo?) o la Copa de Oro Nicolás Leoz [nombre que por cierto suena como a “Torneo Relámpago Luis Bedoya al que Quiera Llevarse Una Medallita” o “Copa Carlos Bianchi de Subcampeones Ardidos”, pero no, le pusieron ese nombre por otro motivo (?)].
Un gesto de ecuanimidad frente a lo anterior podría ser: 1. Acabar de una vez tanto torneo pendejo de un partido o 2. Solicitar el concurso de directivos, estadígrafos y el mucho lobby de los equipos para revisar una eventual oficialidad de esos campeonatos del pasado. A veces pasa, de hecho en 1997 Vasco da Gama se dio el lujo de que se le aceptara (con cupo a Supercopa) el carácter oficial de un torneo de campeones nacionales al que fueron a pesar de que cuando se jugó (1948) no existía un título nacional en su país, también en 2005 se le oficializaron a Santos y Peñarol unos trofeos ganados a finales de los años 60. Misma suerte no tuvo el Levante, debido a que el título nacional que alguna vez ganaron no fue jugado por equipos de todo el país ni tuvo el apoyo de la Federación Española. Lástima que los directivos no cayeran en cuenta de por qué esa Copa se tuvo que jugar así.
Por cierto ¿Por qué nunca han pedido por acá reconocer la Copa Simón Bolívar de los años 70? Con lo accidentada que fue, perfil tiene para volverse oficial. Lo que pasa es acá somos muy malpensados y envidiosos y le echamos la culpa de esos reconocimientos a la nacionalidad de los equipos que los piden.
4. Un papayazo que los clubes bien deben considerar. Sí, estos torneos fugaces son todo lo anterior, pero al fin son oficiales. Son en ultimas una vitrina para clubes y jugadores y una fuente de ingresos de varias de las partes implicadas por el solo hecho de jugarlos. Podemos decir lo que queramos de la calidad, trascendencia y hasta la importancia del rival, pero como tantas veces, el que la ganó hizo lo que tenía que hacer al ir (de hecho de esas críticas no se salvan ni Copas América de antaño o Libertadores recientes). Por ejemplo, nadie le quita el título a un Cali que se acogió a un reglamento que le permitió ganar una Superliga a pesar de no haber sido campeón de Liga, o al Nacional que ganó una Interamericana porque el que debía jugarla en su lugar no quiso o a un River que si ganó una Suruga Bank que hace seis años no había podido ganar un equipo sudamericano. En fin, nada de lo que podamos criticar es culpa de ellos.
Y pensando bien las cosas del mercadeo, es hasta sano que estos trofeos oficiales salgan de un partido o máximo dos, así no nos guste. Luego van y el día de mañana hacen caso a nuestras críticas y en aras de la diversidad salen con que una cosa tan pintoresca como esta también es un título continental…

9 pensamientos sobre “De copas de aguardiente y otras sacadas de pecho: la llenura de títulos del fútbol de hoy

  1. No des ideas con la Copa Euroamericana, por favor!
    EMHO:
    Libertadores >>>>> Sudamericana >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> Supercopa o Recopa >>>>>>>>>>>>>>> mierda >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> Suruga. Pero torneo oficial es torneo oficial, ni modo ahí.

  2. Aplauso cerrado para este artículo, con el que coincido plenamente. Es innegable que muchas de estas son copas de leche, pero un estudio sesudo debería saber discernir -según el contexto- cuáles deberían ser reivindicadas como oficiales.
    PS: Entré a leer lo de la Copa Simón Bolívar, resulta que Nacional perdió la final con un equipo venezolano (!). Me quiero escopetear el glande.

  3. Nada. Es de hombres solo celebrar la Liga ( o las 2 ligas al año…o las 3 o las 4 si Ramoncito se avispa), la Libertadores y la Suramericana. La Copa Colombia o como se llame esa vaina que nadie sabe cuando o como se juega solo vale celebrarla si no hay plan esa noche, lease mínimo salida a cine con la amiga que lo friendzonea a uno o maratón de El boletin del consumidor en la tele.

  4. Estoy seguro que más de un equipo(y técnico) saca pecho de esa copa euroamericana. Ya que estamos en eso, supe que el pinguino Ruben Israel va a millonarios.
    Para él, sí cuentan esos títulos.
    Gran post.

  5. GRAN POST!
    Y me quedo con esta Frase:
    «La Medalla Carlos Ardila Lülle al Equipo Más Chimbita de Colombia (?).»
    Lo aplaudo hasta que el América ascienda don Felipe!

  6. Es más, hasta deberian acabar con el bodrio ese del mundial de clubes. La bibia (del bromista) dice: campeon de europa vs campeon de sudamerica.
    Muy buen Post Master

  7. Comparto el post a plenitud. Y me surge una pregunta: ¿Y si el mundial de clubes se hace cada cuatro años? Uff, que cantidad de partidos horribles saldrían. Dejelo así mejor.

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