Conmemorando la fecha de aquel deprimente resultado, causante de una ignominia al fútbol colombiano, se ha realizado este post para reafirmar que tan alto nos puede elevar la selección y que tan duro es el totazo cuando ella misma nos produce la caída. La Monserga del Futbol se honra (?) en presentar a: El Londrinazo.

Londrinazo 1
Nos humilló un equipo de Vanderlei Luxemburgo. Bueh…

La décima edición del famoso y extinto Torneo Preolímpico sudamericano sub 23 se jugó en Enero del año 2000, en las ciudades de Londrina y Cascavel, Brasil. Este campeonato otorgaría 2 cupos para los Juegos Olimpicos de Sidney. Colombia tenía una muy buena camada de jugadores para clasificar a las olimpiadas, sin embargo es menester hacer un recorderis de la situación general para lograr entender como una gran ilusión se transformó en vergüenza.

Este campeonato, sin estar a la altura de una Copa América, no dejaba de ser atractivo para el mainstream futbolístico, puesto que los jugadores que solían enviar las selecciones para que las representaran no eran esos juveniles que tenían más barros en la cara que partidos en la primera división, sino más bien tipos que ya habían debutado hace tiempo y poseían cierta experiencia; de hecho, si nos ponemos estrictos, algunos jugadores ya estaban consagrados, solo se esperaba una explosión de y que agarraran un poco más de cancha. Es decir, este torneo veía pasar a esos del sub 20, pero mucho más profesionalizados y sin mandarse tantas cagadas. Inclusive, muchos de esos jugadores ya tenían en su historial participaciones en las selecciones mayores, partidos de copa América y hasta eliminatorias (!). Sumado a ello, los juegos Olímpicos siempre han llamado la atención de la gente y aunque la competición olímpica del fútbol no le llega ni a los talones al mundial, es necesario aceptar que llama mucho la atención el hecho meter podio y conseguir una medalla. Por tal motivo las federaciones daban todo el aval necesario para conseguir buenos resultados en estas competiciones y a nivel local tenían que ir todos los jugadores de los que el D.T. quisiera disponer. A nivel internacional el asunto era más complicado, ya que al no ser los Olímpicos un torneo organizado por la FIFA, los clubes se querían hacer los vivos para no mandar aquellos que jugaban en el exterior, pero no era nada que no se resolviera con una buena gestión.

Collage olimpicos
Grandes futbolistas que han competido en los juegos Olimpicos. De izquierda a derecha: Tevez, Okocha, Guardiola, Asprilla, Eto’o, Mondragón, Messi, Agüero, Roberto Carlos, Neymar, Raul, Zamorano, Romario y Ryan Gigs.

Comenzando a detallar el contexto futbolístico, nos acercamos un poco más al meollo de este post. Y es que Colombia era dirigida por Javier Álvarez, un tipo que al asumir el cargo tenía pocos pergaminos para agarrar una selección de mayores: hacer jugar bien al Once Caldas y clasificarlo por primera vez a una Copa Libertadores, sumado a un paso por las selecciones sub 17 y sub 20 con discretos resultados, lo convertían en una apuesta bastante arriesgada por parte de la dirigencia. Sin embargo, su estilo maturanesco (?) (Consiste en hablar de manera culta, discreta y filosófica) embriagaba a muchos dirigentes que terminaron dando el Sí definitivo. Gran parte de la prensa también lo veía como el indicado, por lo cual no hubo mucha detracción, exceptuando a su símil alopésico (?) Carlos Antonio Vélez, quién desde el principio se lo notó reacio a su elección como seleccionador nacional. Su incursión con la tricolor arrancó el 9 de febrero del 1999 un partido contra Alemania el cual empatamos 3 a 3, de ahí en adelante la selección a su mando tuvo un andar bastante irregular incluyendo la participación en la Copa América de ese año, en la cual Colombia fue eliminada de una manera digna de esta sección, sumado a una derrota con Trinidad y Tobago (!). A pesar de ello, nunca hubo intención alguna de relevarlo de su cargo, más bien todo lo contrario, el proceso iba a continuar de cara a las eliminatorias para el mundial de Corea y Japón que comenzarían al año siguiente. No obstante, antes de la eliminatoria la selección Colombia debía participar en la Copa de Oro del 2000, la cual no influiría para el proceso comandado por Álvarez independientemente de su resultado. Además, la Federación Colombiana de Futbol tenía que enviar un seleccionado sub 23 al torneo Preolímpico del año 2000 y el  D.T. de la mayores, Javier Álvarez,  se postuló por iniciativa propia para comandarlos, lo cual contó con el aval de los dirigentes. Vale aclarar que el resultado obtenido en el Preolímpico tampoco influiría en el proyecto que se tenía con él para encarar las eliminatorias… A menos que ocurriera un desastre.

Javier Alvarez
Después de la eliminación con Chile en la Copa America 99, comenzó a ser un poco cuestionado.

Para seguir describiendo el contexto hay que hablar de los jugadores. La nómina de Colombia para luchar por uno de los 2 cupos a Sidney en el papel era bastante decorosa, de hecho era tan buena que se depositaban muchas expectativas en aquellos muchachos, porque podían ser parte del recambio que el futbol colombiano pedía a gritos. Los jugadores que eran la base de la selección en el pasado mundial tenían todos 30 años o más y su participación en las próximas eliminatorias estaba en duda; entonces, la idea era tomar a los mejores de esta camada para hacerlos madurar y usarlos en cuanto fuera posible. La selección comenzó su preparación el 3 de enero en el Cerrejón de La Guajira para aclimatarse a la temperatura de Londrina. Solo se podían nominar 20 jugadores y dentro de los seleccionados encontrabamos a:

  • Robinson Zapata y Julián Viafara como arqueros; El primero del América, el segundo del DIM.
  • Pedro Pepe Portocarrero, defensa central. En el momento jugaba en el Tenerife, pero ya había tenido una experiencia en San Lorenzo de Argentina.
  • John Viáfara, en ese momento era defensa central. Hasta diciembre del 99 jugó en el Pasto, donde fue una de las revelaciones. En el mismo mes de enero pasó al América.
  • Rubiel Quintana, lateral derecho. Figura en el Tuluá, considerado el jugador con mayor proyección en su puesto.
  • Alexander Viveros, en ese momento era volante, pero podía jugar de lateral izquierdo sin problemas. Jugaba en el Deportivo Cali donde era titular y una de las figuras del equipo. Sub campeón de la Copa libertadores 99, había mucha expectativa depositada en él.
  • Fabián Vargas, volante de contención. Jugaba en el América, afianzado en el equipo, campeón de Copa Merconorte el anterior diciembre.
  • Mayer Candelo, volante ofensivo. Jugaba en el Cali, titular y figura indiscutida de su equipo. Conductor del Cali subcampeón de la libertadores, apetecido por clubes del exterior, era una de las esperanzas del futbol nacional.
  • Johnnier Montaño, volante ofensivo. El jugador con más pergaminos en esa selección, jugaba en el Parma de Italia, aunque era suplente por lo general. Había jugado la Copa América 99, marcándole un gol a Argentina. ¿Será que se esperaba algo de él? (?).
  • Jairo el Tigre Castillo, delantero. Jugaba en el América, afianzado completamente en la titular. Campeón de la Liga 97 y de la Merconorte 99 siendo figura en ambas. Llamado a ser el nuevo delantero de la selección de mayores.
  • León Darío Muñoz,  delantero. Jugaba en Nacional, afianzado en la titularidad. Campeón de la Liga Colombiana 1999 anotando goles importantes para el título.

Completaban la nomina: Alexander La Piña Posada, defensa central. Iván López, lateral derecho o volante. Edwin Rivas, lateral izquierdo. Roberto Cortés, lateral izquierdo. Felipe Arce, volante de contención. Víctor Murillo, Volante de contención. David Montoya, volante ofensivo. Giovanny Córdoba, delantero y Jorge Díaz, delantero que seleccionaron porque Julián Téllez quien iba a ser el titular, no solo pasó a Vélez Sarsfield en ese mes de enero, sino que se lesionó en la primera práctica (!).

candelomayer
El volante creativo del Cali, Mayer Candelo, sería el conductor de la selección.

Comienza el torneo:

La selección viajó a Brasil el 14 de enero, el grupo donde cayó estaba conformado por: Ecuador, Venezuela, Chile y Brasil. El 19 de enero debutaba contra la selección de Ecuador, que cotaba con Kaviedes (la figura), Edison Mendez, Walter Ayoví, Neicer Reasco y «la sombra» Espinosa. Colombia salía a la cancha con:

Robinson Zapata – Rubiel Quintana, Pedro Portocarrero, Alexander Posada, Edwin Rivas – Alexander Viveros, Felipe Arce, David Montoya (53’ John Viáfara), Mayer Candelo (73’ Johnnier Montaño) – Jairo Castillo, León Darío Muñoz (68’ Iván López).

El partido comenzó ganándolo Colombia a los 6 minutos, con una avivada de Viveros, quien robó una pelota en el último cuarto de cancha ecuatoriano, entro al área a punta de fuerza y lanzo un disparo suave pero cruzado que el arquero no pudo atajar. Colombia controlaba el partido a base de toques, orquestados por Mayer Candelo. Sin embargo a los 24 minutos un error le costaría el empate, ya que Kaviedes se escapó por la izquierda del área Colombiana, Posada quien debía presionar lo hizo muy mal, dejó que Kaviedes avanzara mucho más y metiera un centro al área chica que Candelario ganándole la zona a Portocarrero cambió por gol al estirar su pierna. 1-1 estaba el marcador. El partido se equilibró por el nerviosismo de Colombia y la horripilantez de Ecuador, sin embargo a los 32 minutos el Tigre Castillo, fue derribado en el área rival y el árbitro cobró un penal que Candelo cambió por gol. 2-1 el marcador a favor nuestro. No obstante, Pepe Portocarrero, quien tendría un campeonato de ensueño (?), quiso salir jugando y perdió la pelota con Kaviedes el cual convirtió para poner el partido 2-2. Al finalizar el primer tiempo, otro penal para Colombia que Candelo cambió por gol de nuevo. 3-2 terminaba el partido en el primer tiempo. A los 2 minutos del segundo tiempo, entre Viveros, Candelo y Rivas, armaron una bonita jugada derivando en un centro de este último que el Tigre Castillo, tirándose de palomita, canjeó por gol. 4-2 estaba el partido y todo se tornaba tranquilo, pero no contaban con la astucia de Posada, quien a los 4 minutos se mandó una cagada al pegarle tremendo patadón innecesario a un rival y ganándose una tarjeta roja. Al producirse eso, Ecuador se vino con todo, pisando el área colombiana y metiendo centros, hasta que un ecuatoriano homenajeando a Posada (?) pegó otra áspera patada generando su expulsión. Ahí se acabó el partido.

posada expulsion
La bronca de ser expulsado y la intención de desquitarse con el camarógrafo (?).

Eran los primeros 3 puntos para Colombia, conseguidos a base de individualidad y dejando mucho que desear en el aspecto defensivo. El D.T de la selección decía: “Colombia mostró que es goleador y que tiene buenos jugadores. El equipo fue inteligente y ordenado para recuperar la pelota. Vamos a seguir elevando nuestro nivel en los otros partidos. Me gustó el segundo tiempo de Pepe Portocarrero, de quien pienso que ha sido afectado por la falta de continuidad en el Tenerife, donde no juega muy frecuentemente. Estamos pensando en el partido contra Venezuela y ojalá ganemos por más goles para tener una buena diferencia”. (NdelaR: ¿Si Portocarrero no jugaba seguido en el Tenerife para qué carajos lo alineaste?). En el otro partido Brasil empataba 1-1 con Chile, provocando la ira de los espectadores. Venezuela descansaba. El 22 de enero, Colombia jugaba contra Venezuela por la segunda fecha del torneo y esta poseía en su nomina a Renny Vega, Leonel Vielma, Daniel Noriega y un zurdito flaquito que respondía al nombre de Juan Arango. Las alineacion de Colombia fue:

Julián Viáfara – Rubiel Quintana, John Viáfara, Pedro Portocarrero, Edwin Rivas –Felipe Arce, Alexander Viveros, David Montoya (60’ Iván López), Mayer Candelo (61’ Johnnier Montaño) – Jairo Castillo, León Darío Muñoz (67’ Jorge Díaz).

Para Colombia, los partidos con Venezuela se complican de sobre manera, porque los chamos se juega más que la vida contra nuestra selección y este no sería la excepción. Venezuela comenzó con todo, atacando por el centro o por las bandas, a su vez bloqueando la salida de los laterales colombianos y marcando arduamente a Mayer Candelo. Sin embargo, a los 27 minutos el Tigre Castillo se inventó una jugada cerca al área venezolana, habilitó a León Darío Muños quien sacó un remato seco de zurda, el cual el arquero veneco no pudo sostener del todo y le dejó un rebote al mismo Tigre Castillo que no perdonó. 1-0 se ponía el marcador y desde ese momento Colombia controló el partido. Toques, desbordes y hasta lujos, pero nada de contundencia. En el segundo tiempo, ingresaron Montaño, Iván López y Díaz para tratar de liquidar el partido generando nulos resultados, hasta sucedió lo que cambiaría el juego.  A los 24 minutos un venezolano se escapa por derecha y Pepe Portocarrero le entró con excesiva vehemencia reboleándolo por los aires y recibiendo tarjeta roja. Una jugada totalmente innecesaria, que inclinó la cancha a favor del rival y para empeorar la cuestión Colombia había realizado los 3 cambios. Desde ese momento le tocó jugar con solo 3 defensores y Venezuela se vino encima. Aguantando todo lo que se pudo a los 82 minutos Leonel Vielma con un derechazo cruzado empató el partido y a Colombia se le complicó el panorama, aunque seguía dependiendo de sí misma. Javier Álvarez comentaba a la prensa: “No subestimamos a Venezuela. Empatamos por la expulsión de Pepe Portocarrero (!), porque se nos echaron encima, nos atacaron por los costados y establecieron siempre la superioridad al momento de abrir los espacios. En igualdad numérica, Colombia habría obtenido su propósito, que era consolidarse en el liderato con seis puntos. Ahora nos resta seguir trabajando.” (NdelaR: Nótese la boleteada y la falta de códigos para echar al agua a Portocarrero. Y aun sabiendo que el morocho, no estaba en buen nivel lo seguía colocando. ¡Gran entrenador el nuestro!). Y Portocarrero también se descargaba con la prensa: No sé si soy yo o el destino (?).  Lo importante fue que el equipo pudo sumar. Ahora hay que pensar en lo que viene y vamos a buscar la clasificación”. Bueh. En el otro juego de esa fecha Chile le ganó 2-1 a Ecuador y Brasil descansó.

Pedro-Portocarrero
Tal cual,  no era tu destino pertenecer a una selección Colombia.

Colombia descansó en la tercera fecha donde se presentaron los resultados de: Chile 3 Venezuela 0 y Brasil 2 Ecuador 0. La tabla, hasta ese momento era liderada por Chile con 7 puntos seguían Brasil y Colombia con 4 puntos (Colombia más arriba por diferencia de 1 gol respecto a Brasil), Venezuela con 1 punto y Ecuador 0. Por lo descrito, el siguiente partido de Colombia era crucial para seguir con vida. Se enfrentaba a Chile en lo que sería una especie de final, donde si los sísmicos trasandinos ganaban, sellaban su clasificación; mientras que si Colombia ganaba, quedaba virtualmente clasificado, sobre todo si el marcador era abultado, ya que ese era el último partido de Chile en la fase de grupos. En los días previos al partido, hubo cierta preocupación en el ambiente, debido a las fallas defensivas presentadas anteriormente. Eso, sumado a las múltiples opciones de gol desperdiciadas por partido, hacía que el pronóstico fuera reservado. Y si a lo anterior le agregábamos que Colombia no contaría con su delantero estrella: Jairo Castillo (por acumulación de tarjetas), la cuestión pasaba de castaño a oscuro. El 26 de enero Colombia y Chile se enfrentaban por la cuarta fecha de la fase de grupos, los chilenos tenían un buen equipo cuyas figuras eran: Rafael Olarra, Patricio Ormazábal, David Pizarro y el goleador Hector Tapia. Colombia jugaría con:

Robinson Zapata – Rubiel Quintana, John Viáfara, Alexander Posada, Edwin Rivas (45’ Roberto Cortés) – Fabián Vargas, Luis Felipe Arce (80’ Víctor Murillo), Alexander Viveros, David Montoya, Mayer Candelo – León Darío Muñoz (74′ Giovanny Córdoba).

El partido comenzó en medio de un chaparrón, a pesar de ello Colombia desde el primer minuto se plantó bien en la cancha. Los laterales eran un vendaval para la defensa chilena y el medio campo parecía reservado para los de camisetas amarilla. A los 16 minutos, Rubiel Quintana se escapa por derecha, mete un centro a la mitad del área donde León Darío Muñoz pateando de primera anota el primer gol de la tarde. Al minuto Colombia llegó de nuevo con Candelo de tiro libre, pero el arquero contuvo el remate. Muñoz volvió a patear al arco y el balón pasó cerca; a los 29 minutos llegó el otro gol de Colombia: Candelo recibe la pelota tirado a la derecha en campo chileno, retrocede, se saca a uno de encima y con gran visión de juego habilita a Muñoz que rematando de zurda baña al arquero. Golazo y tranquilidad para Colombia que sacó el pie del acelerador y se fue al descanso 2-0. En el segundo tiempo, Colombia volvió a atacar y a los 8 minutos Muñoz anotó el tercero luego de una gran jugada y asistencia de Montoya. A los 13 minutos, Quintana metió un bombazo desde 20 metros y puso el juego 4-0. Y a los 14 Mayer Candelo, luego de una buena jugada individual en el área, definió al palo del portero para el quinto gol. Era una noche re-don-da, en la que hasta Robinson Zapata se lució tapando un penal a los 26 minutos. A los 42 minutos Chile descontó por medio de Julio Gutiérrez, pero a esa altura dicho gol a nadie le importaba.

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Se acabó el partido y volvíamos a ser los mejores, atrás quedaban aquellas fallas defensivas, hablar de eso era herejía. Nadie prestó atención que a pesar de comenzar jugando bien y ganando, la pareja de centrales estuvo dubitativa los primero 10 minutos. Nadie reparaba que en el gol chileno, al delantero incluso le dio tiempo de tirar un sombrero al arquero (!), tampoco nadie notó que Chile pudo haber marcado otro gol. Jugar con 1 solo delantero y golear 5-1 era una proeza jamas antes vista y solo eso requería atención. Nadie se percató de que los chilenos estaban con problemas más que futbolístico, ya que su entrenador Nelson Acosta los había abandonado para irse a entrenar a la mayor (!) en las motañas chilenas, horas antes del partido. No estimado lector, no había tiempo para eso, más bien estábamos ocupados colocando titulares como: “COLOMBIA INMENSO”  o “COLOMBIA SE METE AL CUADRANGULAR  FINAL” con una catarata de elogios y cero autocríticas. Inclusive, nos tomamos la molestia de pasar el partido al día siguiente (!) a las 10 dela noche. Los directivos demostrando una felicidad pasmosa que no podían evitar colgarse de la supuesta “clasificación”, el presidente de la federación Álvaro Fina llamó a la concentración con el mensaje de “Disfruten, que esto es de todos nosotros”.

Nuestro Director técnico, experto en la verborragia triunfal y en quedar como un huevón, se jactó del resultado obtenido y al preguntarle acerca de la irregularidad, sacó más pecho que adolescente cuando motelea por primera vez: “Yo pienso que hemos tenido un buen torneo. El partido contra Ecuador fue bueno, hicimos cuatro goles y nos anotan dos. Contra Chile fue excelente (?). Si observa las cifras, somos el equipo más goleador y la segunda valla menos vencida de nuestro grupo. Hemos mostrado que somos un equipo colectivo, táctico, al que se le llega poco, que tiene una gran velocidad para armarse defensivamente (?), que se desdobla con inteligencia y con criterio. No entiendo el uso de la palabra irregularidad.” (NdelaR: Al equipo le llegaban poco pero le convertían mucho, ¿eso de que sirve?).  También, al preguntarle por la euforia que causaría la goleada a Chile, dicho ser de luz comentaba que: “Este grupo está compuesto por seres humanos inteligentes, maduros. Afortunadamente la cultura y la estructura de pensamiento de los seres humanos que conforman este grupo ha mejorado y nosotros somos profesionales. Cada vez que entremos al campo de juego vamos a entrar con mentalidad triunfadora, con deseos de ganar, de jugar bien y de brindar alegría”. Pero, al preguntársele por Brasil el próximo rival se despachaba con: “para quedar fuera de la final del campeonato tendría que ser goleado 7-0 por Brasil el próximo domingo y eso no va a suceder. Brasil es el que debe estar preocupado por nuestra exhibición de fútbol”. Un poco contradictorio. A los jugadores también se le subió el ego y manifestaban su felicidad por “la clasificación” a la prensa: “De verdad, estoy muy contento porque cuando Colombia necesitó mis goles, se dieron. Esto es un premio al esfuerzo de todos los muchachos. Ahora hay que pensar en la otra ronda porque creo que ya estamos clasificados”. Manifestaba León Darío Muñoz a los medios. Alex Vivero, el capitán del equipo comentaba lo bien que le había caído la goleada a grupo y a su persona: “Hoy sí terminé mueeeeerrrrto. Este muchacho Javier Álvarez es un técnico inteligente, una excelente persona y no podíamos quedarle mal en la cancha”. Se guardaban todo para la última fecha, ¿cierto Alex?, y para cerrar el pastel nuestro estandarte salino, Javier Hernández Bonn*t agregó su cuota de cloruro sódico al referir en su sección de deporte y con una gran sonrisa: “O sea que tendríamos que perder con Brasil por goleada para ser eliminados, je-je-je-je”. Sí señor, estábamos hechos.

02
«Muchachos, estén calmaditos que solamente es Brasil, este bodrio de partido nomas es un trámite, ustedes relajaos» (?).

Y llegó el día del partido, el 30 de enero del 2000, Colombia padecería unas de las derrotas más abultadas en la historia del futbol sudamericano. Enfrente se encontraba la selección de Brasil, una potencia en todas las categorías, pero que en este campeonato venía siendo bastante criticada y quería salir a la cancha a tratar de mejorar un poco la imagen hacia el público. Las alineaciones fueron las siguientes:

Brasil

Colombia

 

El entrenador colombiano, decidió resguardar a algunos titulares por acumulación de amarillas, tales como: Alex Viveros, Edwin Rivas y Felipe Arce. Portocarrero, pese al horripilante nivel exhibido, volvía a ser de la partida porque Jhon Viafara también tenía una amarilla pero que ya se había ganado el puesto. Es decir que Javier Álvarez alineó a 4 suplentes para un partido contra la potencia de las potencias y en el que Colombia aún podía ser eliminada. Y sonó el pitazo inicial.

  • Brasil fue dueño y señor del partido desde el primer minuto, sin embargo fue a los 7 minutos que de un tiro de esquina que pateó Alex, Zapata salió a cazar moscas y el gigante Alvaro metió un testarazo mandándola a guardar.
  • Brasil seguía dominando y llegando por el lado de Cortes, hasta que por ahí mismo a los 15 minutos Edú mandó un centro picante desde el último cuarto de cancha colombiano, Zapata esta vez no salió, Posada y Portocarrero (Otra vez cagándola) vieron pasar la pelota, Quintana no cerró y apareció un tal Ronaldinho Gaucho para meter de cabeza el segundo gol.
  • A los 21 minutos otra vez por el lado de Cortes, Lucas se escapa dentro del área y tira un centro rastrero, Zapata sale mal de nuevo y no lo agarra, Ronaldinho hace sombra, Quintana salva en la línea, pero queda un rebote que Edú manda a guardar con el arco semivacío  (NdelaR: En este gol hay que ver al torpe de Portocarrero como da vueltas de un lado a otro de la manera más inoperante e inservible posible).
  • A los 36 minutos Lucas, se escapa por el lado de Quintana, manda un centro aéreo que cabecea Edú y manda a guardar bañándose a un Zapata que había salido muy mal nuevamente.

4-0 ya iba la cuenta y Javier Álvarez, dando patadas de ciego, mandó a la cancha a Viveros y Felipe Arce por Iván López y Víctor Murillo (desastrosa presentación de ambos), en el mismo primer tiempo, olvidándose de ese cuento de las tarjetas amarilla.

  • A los 43 minutos llegó el otro gol de Brasil, Athirson se escapa de nuevo por el lado de Quintana, llega hasta la línea y lanza un centro rastrero que se desvía en Portocarrero y se mete al arco (¿cero y van cuantas cagadas de este muchacho?). Y gracias a Dios se acabó el primer tiempo, nos íbamos al descanso con un 5-0 y tan solo 2 goles para ser eliminados…
Ronaldinho
Ronaldinho saltando de emoción por el segundo gol.

Comenzaba el segundo tiempo, Colombia seguía desubicado y sin rumbo. Llego 2 veces al área de Brasil en los primeros 9 minutos pero sin tiros al arco y a los 11 minutos, producto de la impotencia Fabián Vargas revoleó de una patada a Athrison y le mostraron la roja. Colombia se quedaba con 10 hombres, faltando 35 minutos y a dos goles de la eliminación. A los 12 minutos ingresó David Montoya para replegar el medio campo y aguantar la embestida, se iría Jairo Castillo.

  • A los 19 minutos con un bombazo fuera del área de Adriano (NdelR: hay que ver la libertad con la que pateó, estaba más solo que Pimentel el día del amigo).
  • A los 26 minutos Athirson patea terrible misil rastrero desde casi 30 metros que Zapata contiene pero le deja un rebote a Lucas quien mandó a guardar. 7-0, Colombia estaba eliminada.
  • A los 36 minutos, Ronaldinho cobró un tiro libre que cabeceó Warley ganándole el cabezazo a Vivero, 8-0. A los 40 minutos se iría expulsado Candelo por pegar una patada.
  • Y a los 44 minutos un penal que cobró Ronaldinho, fuerte, alto y cruzado, dejó el partido 9-0 a favor de Brasil.

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Colombia estaba eliminada de la manera más increíble y humillante posible. Los jugadores y el cuerpo técnico no sabían dónde meter la cabeza. Para quien escribe (y sin defender al D.t. en ese momento), los primeros conllevan la mayor parte de la responsabilidad; es que es muy desesperante ver la manera tan pasiva con la que “defendían” en cada gol recibido. Y el hecho de no haber por lo menos un (!) tiro directo al arco de Brasil, habla también de lo horrible que jugó el bloque ofensivo. Para completar la cuestión, ni siquiera se hacían respetar por parte del rival, puesto que les hacían jugaditas cancheras y hasta le bailaban en la cara. Es difícil (no imposible) imaginar que una selección uruguaya le suceda un caso parecido, en un entorno similar y no precisamente por el resultado en sí, sino por el contexto descrito. Que te eliminen por 7 goles (!) y te hagan NUEVE (!) es algo tan ofensivo que si las cosas no salen futbolísticamente, la tentación de quedar con 7 jugadores producto de 4 rojas sea la única balsa a la que aferrarse en ese desastroso naufragio que significaría una eliminación tan pusilánime como aquella. El impensado resultado generó una lluvia de críticas por parte de la misma prensa que 3 días antes los alababan; todos los medios estallaron de furia al concretarse la eliminación, generando el mal ambiente esperado y los mitos que aún se comentan. Pero no solo la prensa nacional atacó con todo, la prensa internacional con una mezcla de sorpresa y decepción se sumó a la cruzada. Pero hubo otro que también agregó su aporte de malalechismo; Nelson Acosta, el caradura DT de Chile que se había ido de Londrina porque no daba un peso por su equipo comentó a la prensa: “Son unos soberbios. No era la primera vez que el técnico Javier Álvarez era pedante. La primera vez fue en la Copa América y ahora en Londrina. Ha tropezado dos veces con la misma piedra. Ojalá que la vida le enseñe a ser un poco más respetuoso, a esperar con calma y analizar como corresponde. Se ponen aureola de grandes planificadores. Ojalá que aprendan” (NdelaR: Efectivamente maestro, nuestro DT pecaba de pedante y hablador, pero usted señor es un caradura, que el árbol no tape el bosque).

El verborrágico Álvarez se quedó corto de palabras en la derrota, a cualquiera le pasaría. Según comentan las crónicas el tipo no pudo dormir en toda la noche: “Esa noche me quedé buscando el porqué del desastre. Como técnico volví a jugar el partido en mi mente, no dormí nada, me preguntaba cómo hubiera podido cambiar todo, la elaboración mental de lo que pudo haber sido y me devolví en cada paso para buscar la falla.” Revelaría unos años después. Los jugadores hicieron múltiples descargos a la prensa y todos coincidían en que hubo exceso de confianza, pero  a su vez no podían entender como jugaron tan mal, Fabián Vargas decía al respecto: «Brasil tuvo una tarde genial y nosotros le dimos la pelota para que anotara muy temprano. No sé qué nos pasó. Durante el partido, pensaba que éramos una Selección excelente y no encontraba una respuesta. Creo que estuvimos confiados y relajados«. No obstante, el daño ya estaba hecho, regresaron al país dos días después y fueron recibidos en un ambiente de velorio. El asunto y todo lo relacionado fue noticia nacional por una semana, después del revuelo el morbo bajó; la primera consecuencia que derivo aquella eliminación fue el relevo del cargo de Javier Alvares como seleccionador nacional, su puesto lo ocuparía Luis “el chiqui” García, y al irse declaraba:«Fui contratado para clasificar al equipo para el Mundial 2002, pero tengo que dejar mi cargo por la Sub-23. Mi sueño era disputar las eliminatorias, aunque no va a poder ser, el fútbol es así». Así es el futbol y así es la vida don Javier.

Se cayeron muchos pases casi concretados, se perdió mucho dinero de televisación y publicidad, pero sobretodo se esfumó una gran ilusión en una buena camada de jugadores. Hubo muchos culpables, pese a ello el único que se hizo cargo fue el cuerpo técnico, porque de la dirigencia no cayó ninguna renuncia, antes por el contrario le cayeron con todo al D.t. argumentando que: “era una persona indecisa, voluble, dubitativa e insegura. La alineación del partido con Brasil la cambió cinco veces. Mejor dicho, que el último con el que él habla es el que lo convence. De los jugadores se puede decir que muchos de ellos hicieron carreras futbolísticas dignas de admirar, a otros posiblemente el lastre de Londrina los persiguió por siempre porque no volvieron a ser los mismos y otros sencillamente se esfumaron en el ostracismo. En cuanto a Javier Alvarez es necesario anotar que al cabo de nueve años (not pun intented), el tipo se pudo sacar la espina con el quedando campeón del futbol colombiano con el  Once Caldas frente a  Junior y dando la vuelta en el mismo Metropolitano. Algo aprendió de lo sucedido para consumar ese batacazo ¿no?.

Finalizando con este escrito es menester preguntarnos: ¿Y de todo eso si aprendimos algo? La respuesta puede conllevar a un «tal vez», pero está claro que fue a costa de otro baldazo de agua fría, tan bochornoso como pocos. Los dejamos con un video cumbre relacionado a todo lo acontecido, el humor ácido ahí expresado es tan mágico que resulta imposible no reirse a pesar de lo denigrante que fue el llamado «londrinazo», no se lo pierdan (reproduzcalo a partir del minuto 1:20):

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=6u2TtlvhfnY]

 Volveremos con más, saludos…

13 pensamientos sobre “Baldazos de agua fría Vol II: El Londrinazo

  1. En realidad que les gusta torturarse muy completa la crónica de esta debacle, casi como leer la bitácora de un naufragio, buen post George.
    Dicho esto Doc Bilardo (?), ¿Ese David Montoya es el mismo que jugó en el mío luego de un paso por el DIM de Mao Molina?
    No recordaba que Ecuador perdió con Brasil sólo (¡SÓLO!) 0-2, creo que las sucesivas goleadas y el registro de violaciones en campeonatos juveniles me ha sugestionado mal.
    Otra cosa, Moisés Candelario, uno de los prospectos que quedó allí nomás, parecía que iba a ser un buen jugador ¡hasta goles de tiro libre hacía! Imagínate, un volante ecuatoriano con un excelente promedio de goles de media y larga distancia, la prensa de acá decía que tenía chance de ir a Millonarios, y no sé, quizás ese salto necesitó.
    Buen día
    PD: No recuerdo el verdadero nivel del Millos de la época, pero su campeonato sí era mejor que el nuestro.

    1. Gracias Marto.
      -Si, es el mismo David Montoya.
      -Hasta hacer este post jamás oí hablar del tal Candelario, pero a Kaviedes siempre lo tuve dateado. De paso le pregunto, porqué el odio de muchos compatriotas suyos para con el Flaco?

      1. Gracias George, no es tan así el sentimiento con el «Nine» Kaviedes, más de uno da la vida por él (?) Por otro lado, yo estoy en el bando minoritario, el que ve que desperdició LAS OPORTUNIDADES (porque no solo echó a la basura una vez, sino n veces) Es que el tipo tenía talento, pero se lo comió el personaje (bueno el también puede decir que se comió a muchos hembrones, entre ellos a Paloma Fiuza), era NUESTRA CARTA de presentación en el mundo del fútbol, pero su indisciplina, su gusto por la noche y por todo lo que marea no sólo que tiró a la basura su carrera, vivió como quiso, y casi termina en la ruina.
        Cada vez que parecía renacer de las cenizas, volvía a caer, entre las muchas cagadas que hizo, una de las más graves fue intentar salirse con la de él en cierto equipo blanco, pero allí no estamos para huevadas, así que a la semana fue pateado como perro con sarna, a pesar de una muy buena temporada el año anterior, para colmo de males, seis meses más tarde, ese mismo equipo blanco daba la vuelta en el Maracaná, mientras este tipo llegó a jugar campeonatos amateurs por 150 dólares.
        Otra cosa, me atrevería a decir que muchos de mis paisanos han agrandado el mito del flaco Kaviedes por el hecho de haber anotado el gol que selló nuestra clasificación a Japón- Corea 2002, y parecen olvidar:
        -Las múltiples salvadas de Cevallos
        -El correcto desempeño de la zaga y el medio campo de contención.
        -La aparición de Édison Méndez, hecho que significó la puteada insistente hacia el Bolillo.
        -Y lo más importante, que AGUSTÍN DELGADO fue el goleador de las eliminatorias.

        1. Marto, ¿a usted no le da vergüenza hablar del flaco Kaviedes después de ver a la HEMBROTA que se comió? Ufff Mamasita rica.
          Emmm pero siguiendo con el tema, quizás yo también lo dateo bastante por ese gol. Es que ese partido lo estábamos viendo con mi familia y hasta lo cantamos (para que te digo que no) tanto por intereses de Colombia, como por ser Ecuador. También me quedó en la memoria como luego de ese gol mostraron a Cevallos tirado en el area, boca arriba agradeciendo a Dios. Yo que sé, me pareció bacana esa imagen.
          Ah el tin? un crack.
          Y usted? Sigue siendo mala leche por no destacar al GOLPillo Gomez.
          Saludos…

          1. Jajaja, mi pana George, vio que no podía dejar de lado esa dato del hembrón que tuvo Kaviedes, osea la bronca fue que el tipo pudo ser Crackviedes y terminó siendo Kádaver (?)
            Ah, otra cosa, al César lo que es del César, nosotros guardamos el reconocimiento al Bolillo, por muchas cosas (y esto daría para post):
            -Unificó a los serranos con los monos (?)
            -Tuvo el coraje para alinear a Méndez, quien era joven y jugaba en el poco popular Deportivo Quito, muy a pesar de la oposición de la prensa amarillenta que fiel a su costumbre quería imponer jugadores de la copia.
            -Y sobre todo, tuvo el valor para decir NO a la convocatoria a la sub20 de Dalo Bucarám, el hijo del más payaso de nuestros presidentes.
            -Yo lo apoyé siempre, a pesar del «pirulino» en el Atahualpa, y eso que con Raúl Guerrón teníamos el equivalente al Mehjía de vuestro (?) Pekerman.
            Saludos

  2. Selente don George, como siempre. Recuerdo que a mis imberbes 6 años me dejé llevar por esos «locutores», y de como odié a Brasil y a Ronaldinho con todo mi ser por ese resultado.
    Tengo algunas inquietudes. Creo que ese mismo año perdimos con un Brasil todavía más limitado al ultimo minuto en Eliminatorias, no? Esa vez todavía estaba Vanderley o ya estaba Scolari?
    Y ese Alex es el mismo del Palmeiras campeón de Libertadores?
    Gracias por el espacio. Queremos más George y menos Jorge Romero (?).

    1. Gracias DaniStone (?).
      1- Si, ese mismo año Roque Junior nos marcó de cabeza y nos privó de conseguir el primer punto en tierra brazuca. Y No, ni Luxemburgo ni Scolari, estaba Emerson Leao, al que le fue tan bien que lo terminaron echando al poco tiempo.
      2- Si, ese era el mismo Alex del palmeiras. Gran jugador pero un poco pecho fresco, cualquier parecido a «Angustias es pura coincidencia» (?).
      3- Andá a cagar (?).

  3. – «No sé si soy yo o el destino» esta al nivel de «perder es ganar un poco».
    – El siguiente programa fue lo único bueno que salio del vientre de Carlos Vives.
    – Uff las entradas sexys de mayer(?).

  4. Desde ahí el gran filosofo Fabian Vargas enuncio lo que pasa en el fútbol colombiano y un poco en el país de esos años «Después de la gran hazaña viene la gran cagada»; para mi ese 9-0 de la nada nos mando a un bajón irregular en esa década en donde pues si miramos los rendimientos en eliminatorias en dos veces ocupamos el mismo puesto y en una de esas, por un gol no fuimos al repechaje ademas de los cambios de técnico durante el proceso, en las copas América si bien en la 01 y 04 nos fue bien, en la 07 nos fue horrible.
    Para el recuerdo Portocarrero jugo el ultimo partido de Pinto en la selección y con vaya coincidencia con Chile en Santiago y goleados.

    1. Tal cual, y el maléfico de Pinto aun se queja de que lo hayan botado de la selección. Alineaba a Walter Moreno y a Pp Portocarrero. Prefería al ringo amaya por encima de Vargas que jugaba en Boca. Y para rematar, se tragó todo el humo de ROdallega, porque ya cuando TODO EL MUNDO decía que era un paquete chileno aun lo prefería por encima del Falcao de River o Porto.

  5. Una dañada de cumpleaños de aquellas fue este partido. Los reunidos nos mirábamos las caras. Recuerdo a Modnragón mofándose de Lonidrinita Álvarez: «el técnico dice cada rato estamos creciendo, tenemos jugadores de dos metros y no jugamos a nada».

  6. De ese torneo me acuerdo el titular del Espacio: «Un León se comió a Chile». Ahi estamos pintados, eso y la presentación en USA nos representa mas que un billete de mil

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