La Monserga también resuelve los grandes enigmas! (1)

La Monserga del Fútbol diversifica su campo de acción cada vez más. Desde hoy nos daremos a la tarea cada cierto tiempo de develar aquellas grandes dudas sin resolver del ámbito psico-futbolístico colectivo (?) del país. Sabemos que usted todos los días se levanta preguntándose cosas como porqué el Medellín nunca enlaza dos torneos buenos seguidos; o como carajos sobrevive el Envigado, que no tiene más de 15 hinchas en todo el país contando sus dirigentes; o porqué el Santa Fé nunca le atina a una contratación extranjera así sea que traigan a Zidane; o porqué el Unión, con esa combinación tan bonita de colores, nunca ha sido capaz de sacar un uniforme bonito en toda su historia; porqué…tantas dudas que lo desvelan por la noche y son un misterio insondable para el inconsciente futbolero criollo.

Nuestra visión es que ya no gaste plata en psicólogos o sociólogos, ni pierda su tiempo escuchando a los doctores (hablo de los doctores Hernán Peláez y Carlos Antonio Vélez), y acabe para siempre con esas dudas inconscientes que le atormentan (tan inconscientes que usted no sabe que las tiene).

Empezamos hoy con la gran pregunta: ¿Porqué el fútbol colombiano no tiene identidad?

La respuesta es deslumbrante por su simpleza (por favor siéntese antes de continuar): ¡Porque a cada rato le cambian el uniforme a la selección Colombia! El hecho real es que el uniforme de nuestra gloriosa selección Colombia ha sufrido más cambios que Michael Jackson, como pueden comprobarlo aquí. No era raro ver cada ciertas épocas de transición, las tribunas abigarradas de colores naranja, blanco, amarillo y azul, dependiendo de la edad del aficionado.

¿Nuestros dirigentes han tenido una impensada sensibilidad cromática que no tienen los de Argentina, Perú, Chile, Uruguay, Paraguay o Venezuela? ¿Pretenden nuestros sabios rectores generar ondas de choque en los aficionados para relanzar la por lo general vapuleada selección? ¿Era todo consecuencia de apuestas de tragos? Eso sí es por ahora un misterio, pero lo cierto es que me da escalofríos de pensar que nos ha tocado alguna vez hacerle fuerza a un equipo vestido así:

¡¡¡Loco, qué pena con el viejo Willington…!!!