Crying in the rain: el Uno x Uno del Colombia 0 – Chile 2 por la God Bless America Centenario Cup

Mira cómo cambia la manera de ver las cosas en tan pocos días. Cuando se consumó el 2-0 sobre Estados Unidos en el debut, el pensamiento general fue «Uffff, qué sinfonía la que tenemos«. El martes en la noche la mayoría pensamos «Qué combazo tiene Argentina«. Y anoche, después de meditado, deglutido y digerido el inapelable mazazo que nos metió Chile en las semifinales de la Centenario American Express Cup, a varios se nos coló inquietante el pensamiento «Mierda, entonces Estados Unidos no tenía era ni mierda…«. Porque al final queda flotando en el aire la duda de si esa Colombia impecable, vertical, eficiente y salvaje que vimos en el debut fue más por la mortandad del rival que por el nivel de los nuestros. Es que no sé qué pudo pasar para que el Cardona demoledor, el Cuadrado que bailaba champeta con los marcadores rivales, el James preciso y que según la sabiduría de las redes sociales estaba amargándole las vacaciones a Zidane y los defensas que te cubrían hasta una deuda vencida, se convirtieran en esos desesperados ansiosos que hacían de cada avance nuestro la subida al Alto de Ventanas en una moto Suzuki 80 modelo 1991.

Qué cagada, llave. Una copa que comenzó como la exorcización de la horrible edición nuestra del año pasado en Chile terminó dejando más preguntas que el final de «Los Soprano«. Pero si queremos verle el lado bueno podemos decir que, ajá, es mejor ver las fallas acá y no en las Eliminatorias, que es preferible sacar lecciones valiosas de cara a la lucha por la clasificación a Rusia 2018.  Pero volvemos a ponernos trascendentales y caemos en cuenta que perdimos una oportunidad (ootra más) de papayita de llegar al menos a la final de un torneo que se ha ganado una sola vez en la historia.

Los primeros 15 minutos fueron como los de «Salvando al Soldado Ryan«: una masacre a ritmo vertiginoso y de la cual uno rogaba que terminase rápido. Los chilenos no se dignaron en molestarse contra nuestro centro del campo y más bien se dedicaron a matarnos por nuestros costados; por ahí Fabra y Arias se vieron desbordados completamente, casi solos y enternecedoramente indefensos ante la eficiente línea de ataque chilena. Así fue que nos estábamos aún acomodando y diciendo chistes en el sofá de la casa cuando Arangüiz mete el primero a los 6 minutos previo baile a Fabra y pase gol de Cuadrado. Y a los 11 minutos Alexis Sánchez se comió vivo a Santiago Arias, pateó al palo y el rebote lo empacó al arco Fuenzalida, para colocar el 2-0 y matar antes de nacer la emblemática frase de «Tranquilos que esto se compone» que siempre surge en estas circunstancias. De ahí en adelante, y más por las ganas de James, Sánchez y Roger, comenzamos a apretar y hasta tuvimos algunas opciones de empatar, pero ni Cardona ni Cuadrado – horribles ayer – ayudaron un carajo.

Total que terminó el primer tiempo con la sensación de «marica, menos mal que se acabó esto«. El segundo, que comenzó como dos horas después por tormenta eléctrica, no le sirvió a los nuestros para emparejar. Pudimos haber hecho sudar a los chilenos si nos cobraban un penalazo a favor por falta a Torres, o si el salvadoreño que se hacía llamar juez no expulsaba injustamente a Sánchez, pero al final eso hubiese tapado los evidentes errores que cometimos. 2-0 y a jugar el partido más triste de una competencia triste («triste» porque nos eliminaron, pero en caso de haberla ganado era despelucada nacional…).

Listo, entremos a calificar la actuación individual de nuestros gladiadores (?) para pasar este trago amargo de una vez (aclaro que a muchos nos queda aún vivita la alegría del Domingo pasado, así que taaaaaaaan duro al menos a mí no me dio… Roooojoooo locura…. que tenemos aguante no hay duda… Roooojo te quiero… ehh…. perdón, prosigo). Comenzaremos de lo peor para terminar en lo mejor, a nuestro juicio, como para darnos moral al final.

The Horrors

Es increíble que este Cardona (2) y Cuadrado (3) sean los mismos que vimos derrochando magia en la cancha hace un par de semanas. Anoche el volante del Monterrey completó el peor partido que le hemos visto desde que se vistió con la sagrada: impreciso siempre, decidiendo mal, por momentos pajeado y con puntería precisa para atinarle con el balón a las medias de los chilenos. No solo no fue la solución sino que se convirtió en el problema, el man que se cagaba con todo intento de ataque nuestro. Por ratos era tan desesperante que el grito «¡Ajjjj qué haces, Gordo malparido no joda [ome/güevón/mijo]!» marcó 82.87 puntos de rating en los televisores colombianos.

Ahora, Cuadradito empezó el partido con un magistral pase gol de cabeza que no se veía desde los tiempos de Oliver Bierhoff. El detalle feo es que fue hacia un chileno, que facturó para el 1-0 en contra nuestro. El volante de la Juventus tuvo un primer tiempo horrible, pero malo, malo, perverso, asesino, caca,  no joda qué horror. Y a diferencia de la Copa de 2015 no se le puede atribuir a falta de minutos en su club; lo de Cuadrado anoche fue desconcertante, precisamente porque en el Calcio vuela como ladrón perseguido y también por su sabroso partido contra los yanquis. Era cambio fijo para el segundo tiempo, tanto que asombró que saliera a la cancha, en una decisión que deja traslucir más la falta de alternativas en el banco que la fe en el hijo de Will Smith. Aaaalgo levantó en el segundo tiempo, pero no mucho como para borrar su actuación.

Por el tema de los laterales estamos muy jodidos desde hace rato. Tanto que siempre extrañamos a los que no están: cuando teníamos a Miñía y Zuñiga gozábamos con ellos (?) pero dudábamos de su rendimiento en ciertos momentos y de su capacidad de marca – no se hagan los maricas que eso pasaba -. Después con Arias y Farid Díaz decíamos «Mmmjá, cumplen, pero ¡la falta que hacen Miñía y Zuñiga!». Ahora con Arias y Fabra añoramos no solo a Miñía y Zuñiga, sino hasta a Farid Díaz (!). Lo de Fabra (2) ayer fue penoso: era un solitario vigilante que se esmeraba en tratar de cerrarle el paso a un batallón de acorazados invadiendo Polonia en 1939. Al pobre Fabra se lo comieron vivito los chilenos por su lado, que cuando este les salía lo superaban en el 2 a 1 y cuando este se quedaba también, fue apabullado en la jugada que derivó en el primer gol, y acompañante trémulo y mudo del segundo. A este servidor siempre le dio dudas el rendimiento defensivo del lateral de Boca, que cuando se manda al ataque es una essssplosssión de fútbol pero requiere que los compañeros se multipliquen para cuidarle las espaldas. Entonces Fabra sería una alternativa como volante izquierdo más que como lateral, pero entonces habría que desacomodar el sistema de juego para que entre él… o mejor, que nos dejen jugar con doce para que pueda entrar. No se pierde nada con preguntarle a la FIFA.

Para mí Arias (3) nunca se ha destacado demasiado, pero ha hecho lo suficiente como para que no nos agarremos la cabeza preocupados pensando «¡Marica, a quién ponemos!«. Ahora, anoche este alarido desesperado surgió al ver la gris actuación del lateral del PSV Einhoven, dueño casi solito del segundo gol que nos empacaron, poco participativo, perseguidor permanente de los fugados de rojo e impotente por hacer algo. Alexis por su banda se cansó de superarlo con una suficiencia que ya cansa en este chileno malparido (?), que parece que en los partidos contra nosotros se siente tan a gusto que solo se dedica a correr con la pelota en los pies con la seguridad que no lo vamos a parar ni con la corte de La Haya.

Bad times…

Para este humilde aspirante a tener una finca de recreo en Ibiza a la cual pueda retirarse a una edad adecuada a leer a placer, escuchar música y tomar birra mientras palpa despreocupadamente la epidermis turgente y bronceada de dos amigas suecas, el partido de los dos centrales Murillo (4) y Zapata (5) no fue horrible, pero si malo. Sobre todo del primero, que en ambos goles se quedó pegado de atrás observando cómo venían los chilenos a rematar muy sueltos de cuerpo. Zapata no tuvo culpa directa en los goles (en el primero de proooooooonto pero no así como quien dice uffffff, la recagó), pero no destacó.

Lo de James (5) no lo califico con base en las ganas que le puso, que fueron muchas, sino en su aporte real al partido. Porque James NO se arrugó, NO se cagó, NO se vendió (?), NO le quedó grande el partido. Simplemente, NO funcionó. Su partido fue regular a malo, con destellos de su calidad pero con mucha impotencia y poco brillo. ¿Estoy siendo estricto con el pelao? De pronto sí, pero dime si podemos decir que «jugó bien» un partido como el de ayer un crack de la categoría de James, un man al que le conocemos unos partidos en los que derrocha clase ante cualquier rival, un pelao que lo hace levantar a uno de la silla emocionado. No, la verdad que James no pesó anoche.

Los cambios no funcionaron. El de Sebastián Pérez fue muy tarde, el de Bacca innecesario, y el de Marlos no sirvió para un carajo. Sobre todo el del delantero-mediapunta juvenil, que hasta hace poquito pintaba con un futuro europeo y que si sigue así apuntará más bien a ser refuerzo del Monarcas Morelia.  Por esta copa fue Marlost: perdido, peleado con todo, ansioso, y sin mostrar (salvo el gol contra los ticos) la calidad que ha demostrado. Ojalá se asiente el pelao y no se crezca con tanta prensa que le meten, porque calidoso sí es.

… Good Times

Lo mejor del partido, a mi juicio, fue el hallazgo de otra alternativa diferente a Bacca en el ataque. Roger Martínez (7) le dio un aire de frescura a la delantera, rebuscándose las chances, jugando a velocidad y asociándose bien, rematando cuando podía y ofreciendo siempre una alternativa al pase. Le faltó el gol (tuvo una al menos muy clara), pero califica en los aprobados. Daniel Torres (7) completó un segundo tiempo mejor que el primero, haciendo jugar, imponiendo clase, claridad y serenidad en el medio. Ospina (6) cumplió, o al menos en los goles, para mí, no la cagó.

Pero lo mejor del encuentro, y te diría de la Copa, es ver como la calidad de Carlos Sánchez (8) se mantiene intacta. El man viene de una temporada en la que jugó más a «Preguntados» que al fútbol, recuperándose de una lesión jodida…. pero juega y no solo se come el mediocampo sino que es el jugador más lúcido del equipo, convirtiéndose por ratos en el punto por el que partía el inicio de los ataques que morían miserablemente en Cardona. Qué man para jugar: ya es uno de los fijos en la siguiente convocatoria.

Learning to fly

Sentémonos y pensemos con cabeza fría: ¿hay material para las eliminatorias? ¡Claro, marica! Para mí la cosa se puede clasificar así:

• Ospina, James, Carlos Sánchez y hasta Daniel Torres e incluso Sebastián Pérez no se discuten, a pesar de los bajones de alguno de ellos en alguna parte del torneo. A Roger Martínez también metámoslo acá, aunque no da para llamarlo «indiscutible», ajá, pero me entienden.
• Ahora, para este pecho no da para que Cuadrado, Cardona, Bacca, Zapata y Murillo sean baneados de la selección ni por el putas: son manes que han aportado y cuya calidad se ha probado en partidos recientes, y matarlos por bajones graves me parece muy histérico y de tuitero fácil. Pero sí, es urgente buscarles reemplazos/alternativas para que los puedan cubrir en caso de bajones de nivel.
• Jugadores como Fabra, Arias y Marlos entran un poco en la categoría anterior, pero con un nivel de urgencia mayor. Sobre todo por los laterales, puesto en el que estamos más crudos que las obras de Rio 2016.
• Felipe Aguilar, Celis o Yerri Mina la pifiaron en forma en esta Copa, pero de pronto es tema de que están biches más que por falta de calidad.
• Y para este seudoescribidor, Stefan Medina, Robinson Zapata y Dayro Moreno no le aportan nada a la selección.

Es cuando uno piensa que no sobraría darle la oportunidá a tipos como Vladimir Hernández, Jorge Aguirre, Miguel Borja, Didier Moreno, Cristian Marrugo, Daniel Bocanegra u Orlando Berrío, por poner unos ejemplos conocidos. Digo, porque a la hora del te fue la falta de soluciones lo que nos terminó sacando de esta Copa, entonces, exploremos con lo que podamos encontrar… ahora, creo que igual al señor con cara de tía rezandera que tenemos dirigiendo al equipo no se lo debe tocar, porque mal que mal nos tiene aún vivos y nos ha hecho agarrar un estilo de juego que nos tiene peleando la clasificación. Porque, sí, qué pena si les recuerdo esto: aún no estamos clasificados a Rusia 2018, nos falta un montón por disputar y ni por el putas las Eliminatorias van a ser un paseo triunfal nuestro. Ah, mira otro aspecto positivo de esta Copa América 2016: nos abjó de esa nube de superioridad en la que estábamos (aterrizada numero…).

YoSoyElCarlos

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