A pesar de lo que la historia oficial embajadora conmemora cada junio, hay indicios para suponer que, a pesar del uso de otros nombres en sus actas fundacionales, el equipo bogotano estaría cumpliendo hoy más años de los que tiene.

Hace dos años Millonarios llenó las redes sociales con fotos y videos con los que armaron una celebración para nada menor: los 70 años de fundación del equipo azul. La historia tantas veces repetida cuenta que un 18 de junio de 1946 se reunieron socios e hinchas en el Colegio Mayor de San Bartolomé, en la Plaza de Bolívar, para constituir el club, acto formalizado horas después en la Notaría Tercera de la capital, con el nombramiento del señor Alfonso Senior como su primer presidente.

18 de junio del 46: se funda un club que la semana anterior está disputando la Liga de Cundinamarca y la semana siguiente juega «el clásico» (archivo El Siglo)

Aunque hablamos de la fundación de un club de fútbol, llaman la atención dos cosas de la fecha: la primera cuestión es que en esa reunión ya se contara con la presencia activa de hinchas del equipo y la segunda, no tan visible y verificable en la prensa de la época, es que desde hacía varias semanas ese mismo equipo por fundarse estaba participando junto con Santa Fe y la Universidad Nacional en los partidos de la Liga de Cundinamarca. Preocupados, desocupados pero sobre todo cansones como acá nos hemos vuelto, acudimos a la Unidad Investigativa de La Monserga en asocio con la Academia Colombiana de Historia para explicarnos ese enigma y afirmar categóricamente que por más que el club diga que en 2018 se celebrarán  72 años, Millonarios cumple 80 años de historia.

Nos basamos en los antecedentes del club, mencionados varias veces en libros, blogs, Wikipedia y otras fuentes: que hubo a finales de los años 30 un equipo vinculado al entonces municipio de Bogotá, llamado por esa razón Deportivo Municipal, que jugaba de camiseta blanca y pantaloneta negra, que empezando los años 40 cambió el blanco por el azul y que debido a la importación de algunos jugadores profesionales procedentes de Argentina, fue apodado despectivamente como “los millonarios” por Luis Camacho Montoya (por esa época editor deportivo de El Tiempo), apodo que luego se afianzaría como el nombre oficial de la institución cuando esta fue fundada para la historia oficial.

Sin embargo, la historia de esos orígenes, para nada desconocida, tiene lagunas e imprecisiones que posiblemente aquí no aclaremos, pero a cuyo debate contribuimos con algunos datos extraídos de la prensa.

Un ancestro que parece ser el mismo

1938: muere un club de fútbol en Bogotá y nace otro. Camiseta blanca y pantaloneta azul (archivo El Tiempo; cortesía Diego Caldas)

El Municipal, más que un prolongado antecedente de Millonarios, fue una denominación transitoria que tuvieron los intentos por formar equipos de fútbol por parte de Alberto Lega y Manuel Briceño Pardo, entre otros egresados del mismo San Bartolomé donde en 1946 se reunirían para iniciar la historia “oficial” del club (uno de ellos, por ejemplo, fue el Medicina, que participó en 1928 en el primer torneo nacional de fútbol). Los últimos de esos intentos, se conocían en 1937 como Juventud Bogotana y Unión Bogotá. Este último, con motivo de los festejos del IV Centenario de Bogotá fue apoyado por las autoridades de la ciudad con el propósito de crear nóminas competitivas que representaran al país en dos grandes fogueos internacionales que se venían al año siguiente: los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Panamá y los Juegos Bolivarianos en la capital colombiana.

La fusión, finalmente, se concretó en la fecha que nos convoca: 30 de enero de 1938. Diego Caldas, un juicioso cronista de la historia azul y coautor del libro De Millonarios me enamoré, ha sido el redescubridor de la fecha. Ese día, en acto suscrito por los directivos Alberto Lega y José Munévar, nació oficialmente el Deportivo Municipal, la sección de fútbol del Club Municipal de Deportes, entonces el ente oficial para las diferentes disciplinas que se promovían en Bogotá para el IV Centenario. Con ese acto se liquidó el Unión y de lo surgido, se convocó un nuevo equipo con personajes que serían determinantes dentro de la historia del amateurismo en Bogotá: los ya mencionados Lega y Briceño, junto con Antenor Rodríguez , el técnico argentino Fernando Paternoster y las importaciones samarias Tomás Emilio Mier y Ricardo “Bolloeyuca” Granados. Como una muestra del carácter oficial que tenía el club en la vida deportiva de la ciudad, queda el papel del Municipal en la conformación del comité deportivo encargado de preparar a la capital para los Bolivarianos.

Un aspecto distintivo de lo que luego fue Millonarios estuvo en los colores adoptados por el club. Erróneamente (tal vez por una lectura mecánica de las fotos en sepia) se ha dicho que el Municipal jugaba de camiseta blanca y pantaloneta negra. Pues resulta que desde entonces el azul identificaba al equipo, primero con la pantaloneta y desde 1939 en su camiseta principal, como consta en la elección de los colores del equipo según los recortes de prensa recopilados por Caldas, de los que se puede ser este de El Tiempo, del 30 de enero de 1939, donde se describe “su clásico uniforme, pantalón azul y camisa blanca”, en el triunfo que tuvo el equipo en El Campín el día anterior contra el combinado de Antioquia (el cual, por cierto y para regocijo del editor de este blog, era el mismo Medellín F.C. que entonces dominaba el fútbol paisa).

El arraigo de otro nombre

Junio de 1939: creación del Deportivo Independiente, un mes después, juegan de camiseta azul en El Campín (archivo El Siglo)

A finales de 1938 los directivos del Municipal decidieron darle más alas a su proyecto deportivo contratando ya no solo jugadores costeños (que por entonces dominaban el panorama futbolístico del país) sino también futbolistas argentinos. Cinco que se convertirían en las primeras grandes importaciones de un club colombiano: Óscar Sabransky, ex-Vélez, Vicente Lucífero, ex-Talleres, Antonio Ruíz Díaz, exChacarita Juniors; Alfredo Cuezzo, ex-Gimnasia y Esgrima, de La Plata; y Luis Timón, ex-Platense, como lo recuerda el libro Las 1.001 anécdotas de Millonarios de Jorge Mario Neira. Una historia que se ha repetido en varias publicaciones tiene que ver con un apodo que surgió de aquellas contrataciones: “Los Millonarios”, ideado por el editor deportivo de El Tiempo Luis Camacho Montoya, quien supuestamente desaprobaba con ese mote la vocación que tomaba el equipo con la llegada de los argentinos. Diego Caldas, quien también ha recuperado ese editorial de El Tiempo, no cree que el apodo se haya formulado despectivamente, sino más bien se trató de una descripción de la realidad del momento, cuando los partidos del Municipal se convirtieron en uno de los principales espectáculos públicos de la Bogotá de 1939.

A mediados de 1939 finalizó el apoyo del municipio, y el 11 de junio se realizó lo que podría ser una segunda fundación: la del Club Deportivo Independiente, nombre aceptado unánimemente por los socios del Municipal con Alberto Nariño Cheyne como presidente y una junta directiva en la que aparecían de nuevo Manuel Briceño Pardo y Alberto Lega. El anuncio de la nueva entidad se acompañó de la presentación de una nueva temporada futbolera en la cual el propio nombre del club pasó a un segundo plano, privilegiándose en la promoción y crónicas de los partidos la alusión a que era el equipo insignia de la capital, su apodo de “Los Millonarios” y su nueva camiseta azul.

1940-1941: un apodo que trasciende a cualquier otro nombre (libro Millonarios 70 años; Archivo El Tiempo)

La idea de que el sobrenombre atribuido a Camacho Montoya fuera despectivo, viene de un conflicto que surge en 1941 entre la dirigencia local y el club que se les había independizado. Desde 1939 “Los Millonarios” (así se les llama con cada vez más insistencia en los anuncios) utilizaban El Campín para numerosos encuentros con clubes foráneos (de otras ciudades de Colombia pero también equipos de Perú, Ecuador, Chile, Paraguay y Argentina). A pesar de los ingresos que esto generaba al fútbol de la ciudad, al desvincularse del municipio se le consideró unos acaparadores del estadio, en un conflicto en el que el editor de El Tiempo tomó parte como vocero de la Liga de Cundinamarca (entonces el ente regulador del fútbol capitalino) y luego como presidente. Ahí y no antes fue cuando las páginas del diario liberal se convirtieron en un foco de ataques al Independiente, que a su vez tuvo como su trinchera a El Siglo, en donde Manuel Briceño también figuraba como editor deportivo.

Para tranquilidad de la afición bogotana, ese conflicto fue breve y en su fin tuvo que en parte la formación de otra tradición que da luces sobre la antigüedad azul.

Sin rival no hay espectáculo

Si bien el fútbol profesional solo pudo iniciar en Colombia hasta 1948, desde varios años  antes se promovía en Bogotá la posibilidad de armar en el país un torneo de esas características. El impulso vino, como es notorio, con las importaciones que llevaron al nombre de Millonarios, pero se harían más formales con la solicitud de profesionalización presentada en 1943 por Mauro Mórtola, empresario ecuatoriano vinculado un año antes al club, en la misma fecha en la que se radicó en Bogotá su homólogo barranquillero Alfonso Senior (ambos directivos cuyo papel sería tan trascendental en la historia posterior y mejor conocida del equipo azul). Eso ocurría en el mismo año en el que, volvemos a los hallazgos de Diego Caldas, Manuel Briceño Pardo recitó por primera vez el himno del club, donde la mención del nombre de  Millonarios, su hinchada y El Campín evidencian una costumbre ya muy arraigada en el fútbol capitalino.

23 de junio de 1946: dos imágenes de lo que ya es un clásico (Archivo El Siglo)

Para entonces ya hay otro club con el que los azules comparten el dominio de la afición: Santa Fe, el cual contaba dentro de sus fundadores a otros personajes que manejaban el periodismo de la capital como Enrique Santos Castillo y Álvaro Gómez Hurtado. El historiador José Luis Fernández, quien ha investigado sobre de esta rivalidad durante el amateurismo, ha concluido que surge por la promoción que hizo la prensa escrita de ambos equipos, la cual derivó de una tradición desarrollada paulatinamente desde los periódicos, alentando a seguir a los equipos estudiantiles en los años 30 y luego con el cubrimiento de los clubes amateur en los años 40.

De acuerdo con la historia oficial, cuando finalmente se jugó el primer campeonato ganado por Santa Fe, Millonarios apenas tendría dos años. Sin embargo, la rivalidad entre ambos fue notoria desde mucho antes, como se ve en los recortes que registran la Liga de Cundinamarca de 1946, donde el azul se menciona como Millonarios, sin importar que a mediados de la temporada ocurriera la fundación tradicionalmente reconocida por el club. También se puede rastrear el reconocimiento del equipo hecho desde El Tiempo cuando se inaugura el campeonato profesional, el 15 de agosto de 1948: “el equipo que mejor good will ostenta a todo lo ancho y largo de la república”. Por más que la frase provenga de una mesurada prensa bogotana (?) sonaría muy exagerada para referirse a un club con apenas dos años a cuestas. De hecho la euforia por el histórico título cardenal del 48 sería incomprensible entre unos clubes sin afición ni arraigo.

20 de diciembre de 1963: se anuncian Bodas de Plata para el año siguiente (Archivo El Tiempo)

Para este lado de la tribuna, hay una historia previa que ha sido pobremente contada por el impacto que tuvieron Senior, el profesionalismo y por supuesto, El Dorado. Sin embargo, la continuidad de directivos, jugadores, afición e incluso el nombre que el club reivindicaba en sus símbolos y su publicidad, nos hablan de una historia previa para nada desligada de la “oficial” que se estableció en 1946, habiendo incluso evidencias de que el reconocimiento de los años previos del club se mantuvo al menos hasta los años 60. El debate está abierto y qué mejor que esta fecha para iniciarlo.

Fuentes: Archivos de El Tiempo y El Siglo, De Millonarios me enamoré, Las 1.001 anécdotas de Millonarios, entrevistas a Diego Caldas y José Luis Férnandez.

*Además de agradecer a los investigadores entrevistados, debemos hacerles “publicidad” con lo que ambos personajes preparan para alimentar la poco explorada historia del amateurismo en Colombia: el libro El lado M, próxima preparación de Caldas sobre la prehistoria embajadora, y la tesis de maestría Fútbol en Bogotá: colegios, origen y profesionalización de los clubes Santa Fe y Millonarios de Fernández, la cual se sustentará este año.

5 pensamientos sobre “30 de enero de 1938: ¿Millonarios cumple 80 años?

  1. POS-TA-ZO:
    Siendo hincha del azul, se me hacía un poco anacrónico el hecho de que hablaran de 70 años de fundado cuando un equipo (Deportivo Municipal) ya tenía sus añitos de establecido y sus fieles seguidores, y de un momento a otro «desapareciera» para dar paso al actual Millonarios y que este último ya tuviera toda esa mano de parroquianos siguiéndolo en el momento de la fundación en 1946. En la historia del club publicada en algunas páginas, se daban ciertos indicios del club antecesor pero sin tanto detalle como se ha hecho acá. Después de esto con orgullo puedo decir que soy hincha acérrimo de un octogenario (?)

  2. Está bueno el post. Como apostilla, que bueno el master vivió las épocas en que el suyo era el mejor de su ciudad, aunque haya sido tantísimos años antes del profesionalismo (?)

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