Postales de un pasado de sueños rotos y nostalgias pendejas: Yugoslavia campeón mundial juvenil 1987

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Mientras muchos desubicados perdían este principio de año planificando sus finanzas, disfrutando plenamente sus vacaciones en compañía de sus seres amados – o de sus primos y tías -, actualizando su Hoja de Vida en Linkedin y bobadas así, nosotros nos dedicamos con enjundia a la noble y poco apreciada tarea de buscar información de esa que llena las vidas carentes de propósito de un sinnúmero de almas atormentadas con tiempo libre para desperdiciar. Saludemos este 2019 invocando a uno de los equipos más recordados por los afiebrados al fútbol, uno que ha generado aproximadamente 509,876 artículos, reportajes, posts e inforgafías del tipo «Qué hubiese pasado si…» pero del que en el fondo no sabemos una verg… digo, gran cosa.

Sí señores, señoras, señorxs y señorus, recordaremos la nómina de la Yugoslavia campeona del mundo sub 20 de 1987, sin costo alguno y sin mendigarte likes

La selección Yugoslavia juvenil de 1987: ¡ah, qué hijueputa combasević!

Los yugoslavos celebrando algo por una puta vez en su historia, en Santiago en Octubre de 1987

Veo al fondo de la sala algunas manitas (?) que preguntan que qué es esa vaina de Yugoslavia, así que procedo a explicar brevemente. Después de la Primera Guerra Mundial se formó un estado que rejuntaba a los pueblos eslavos de la península balcánica, algunos que previamente eran independientes, otros que venían de los restos del Imperio Austrohúngaro. Te lo resumo así: los que hoy son Serbia + Montenegro + Croacia + Bosnia y Herzegovina + Macedonia + Eslovenia + Kosovo = Yugoslavia entre 1918 y 1991. Bueno, entre 1929 y 1991, porque inicialmente se llamaba Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, al que afortunadamente para el Almanaque Mundial decidieron renombrarlo a Yugoslavia en 1929 («Jug» = «Sur«: «Eslavos del sur«, ¿me entiende?). El estado en el fondo era un intento voluntarioso y muy forzado de hacer convivir a pueblos que se habían dedicado ancestralmente y con mucha saña a exterminarse entre sí: musulmanes, ortodoxos y católicos que hablaban variaciones de lenguas serbocroata, eslovena, macedonia y albanesa (solo mencionando las principales) se miraban rayado mientras se acomodaban en la misma casa. Si Yugoslavia sobrevivió casi 50 años después de la IIGM fue principalmente al grandísimo Josip Broz Tito, que lideró el país con mano firme hasta su muerte en 1980 y que intentó evitar que los serbios sobrepasaran a las otras nacionalidades. Pero después de su muerte se desmadró todo y cada nacionalidad quiso bajarse del carro mientras los serbios no los querían hacer bajar. Todo esto terminó en las horribles guerras que dividieron lo que era Yugoslavia entre 1991 y 2001 y de la que sabemos más o menos cómo fueron de jodidas.

Ahora sí, hablemos de fútbol: si algo tenían los yugoslavos eran jugadores de muchísima clase que destacaban por su clase y técnica muy en contravía con el juego más físico y de choque que el resto de los europeos; pero lo que nunca tuvieron fuera un equipo que jugara como uno solo y que se coordinaran siquiera al momento de cantar el himno nacional. Por lo que Yugoslavia era tradicionalmente conocida en Europa como «Los campeones mundiales de los amistosos«, qué gente de mierda los europeos: algo así como «El Tolimacić de Europa«, ese equipo que le ganaba bailado a todo el mundo salvo el momento en que les tocaba los partidos importantes. En esos en los que había que mostrar carácter los yugoslavos se escondían, desconcertaban o se hacía la paja de manera tal que terminaban siendo a lo sumo «El equipo revelación del torneo«. Bueno, una única vez NO pasó esto, y fue en el Mundial Sub 2o de 1987 en Chile, ese que fuimos nosotros como campeones sudamericanos y en el que terminamos devolviéndonos en primera ronda al ganarle con mucha hambre a Bahrein (1-0), perder con baile con la Alemania Oriental de Mathias Sammer (1-3) y empatar maricamente con Escocia (2-2) después de estar arriba sobrado 2-0 con goles del Niche Guerrero.

A ese Mundial llegaron los yugoslavos con un equipo armado principalmente con croatas y montenegrinos y al que clasificaron sin mucha bulla como quintos del torneo de la UEFA. Resultó que en el Mundial de Chile se sollaron y mostraron un equipazo de altísimo nivel y mucho fútbol que debutó bajándose a los locales en el debut (4-2, ver abajo), luego a Australia y Togo (4-0 y 4-1) para pasar relajados a segunda fase como líderes de su grupo. Para Cuartos de Final se tumbaron a la ultra favorita Brasil (2-1), en semifinales a RDA (2-1) y en la final, después de empatar a un gol, consiguieron el único título oficial que lució la vitrina de la Federación Yugoslava al ganarle por penales a Alemania Federal. Por el fútbol mostrado, por el logro histórico y por la calidad de sus jugadores el equipo fue muy recordado, y más aún después que lo que era Yugoslavia se hizo mierda a principios de los 90 y quedase en el aire la sensación que se perdió la oportunidad de verlos campeones mundiales ya de mayores en 1994 o 1998. Especulaciones nada comprobables, pero de eso abunda hoy en twitter pasaba también aunque más inocentemente hace 20 o 25 años…

Recordemos entonces a los que jugaron en ese Mundial, al menos los que aparecen en la foto de abajo en una de las habituales nóminas titulares de los yugoslavos en ese torneo.

La selección Yugoslavia juvenil antes de jugar contra Australia en primera ronda del Mundial sub 20 de Chile 1987. Arriba: Zvonimir Boban, Davor Šuker, Predrag Mijatović, Robert Jarni, Dubravko Pavličić, Dragoje Leković. Abajo: Slaviša Đurković, Slavoljub Janković, Igor Štimac, Robert Prosinečki, Branko Brnović. Más equipazo que el DIM de Leonel de 2009

Y entramos en materia:

Si el listado lo encabeza un tipo como Zvonimir Boban (croata, 19 años, Dinamo Zagreb) ya ves cómo viene el asunto; estamos hablando de un tipo que apparece en todos los listados de cracks de fútbol noventoso.  Boban debutó en el Dinamo Zagreb con 16 años y enseguida se ganó un nombre por su calidad y visión de juego, elegancia al conducir el balón y una clase la catrehijueputić. Así que fue rapidito que le echaran el ojo los clubes grandes de afuera, de los que finalmente fue el AC Milan el que se lo llevó (dicen que Berlusconi hizo un pacto de viejos y pervertidos caballeros para que Real no tocara a Boban y Milan no lo hiciera con Prosinecki). Y con el rossonero – después de un año de aclimatarse en el Bari – Boban se consagró como uno de los mejores futbolistas del mundo en los 90, liderándolos con toda su cracksitud para ganar cuatro ligas, tres supercopas, una Champions (la de 1993-1994, en la que aplastaron 4-0 al Barcelona de Cruyff) y una Supercopa europea. Mejor dicho, fue un idolo y figura del Milan en los tiempos en que era un super equipo envidiado e idolatrado a nivel mundial y no uno que se refuerza con Bacca. Pero después de años de altísimo nivel ya por el 2000 estaba mamando banca seguido así que decidió agarrar viaje para el Ceta de Vigo en 2001, pero le fue tan mal que decidió retirarse esa misma temporada, con 33 años. Una leyenda.

Boban fue uno de los varios de este listado que jugaron en mayores con las dos selecciones: la yugoslava y la de su nación natal. Con la Plavi debutó en un amistoso ante Irlanda en 1988 y jugó siete partidos, entre ellos dos de las eliminatorias a la Eurocopa de 1992; sí, a la que finalmente fue excluída Yugoslavia y en la que terminó entrando por la cocina Dinamarca para ser campeón. Su último partido con Yugoslavia fue el 16 de Mayo de 1991 ante Islas Faeroe, tres días no más antes del referéndum que determinó la separación de Croacia (!!). Pero ojo que Boban era nacionalista hasta el pegue del coxis; era amigo del presidente Franjo Trudman (el que lideró el proceso de independencia croata) y símbolo nacional por lo que mostramos abajo: la patada que le pegó a un policía que estaba atacando a un hincha del Dinamo Zagreb en medio del mierdero que fue el clásico entre ellos y Estrella Roja de Belgrado de 1990, de por sí caliente y que esa vez fue un cogeculo total por todo el entorno de líos étnicos e inminente separación.

Boban entrando a la historia de su nación

Boban debutaría con la ajedrezada de Croacia en un amistoso contra Eslovenia en 1991 y de ahí completó 51 apariciones hasta 1999, entre ellas el Mundial de 1998 y la fase final de la Euro 1996.

Davor Šuker (croata, 19 años, NK Osijek) es otro de los cracks multisiderales de Croacia. Debutó en el club de su ciudad natal Osijek y aún estaba en él cuando jugó este Mundial; pero rapidito se fue al Dinamo Zagreb y ahí metió 39 goles en dos temporadas de la liga yugoslava y claro, le echaron el ojo desde afuera. Se fue al Sevilla en 1991, con los que después de dos temporadas con números normales se destapó con >20 goles en otras tres, pasó al Real Madrid a ganar todo y ser vital en dos temporadas (liga, Supercopa, Champions e Intercontinental entre 1997 y 1998) y con más de 30 años viajó a la Premier a ver qué onda, pero ya fue en bajada en Arsenal y West Ham (1999 a 2001). Terminó su carrera en el TSV Munich alemán jugando poquito y marcando menos. En total anotó 241 goles en 524 partidos en clubes.

Era un 9 de esos elegante, fino y letal en el área, con bastante recurso para jugarla y dejar sentado al defensa con su habilidad y gambeta. Y ese recuerdo lo dejó con la selección croata, en la que es el goleador histórico con 45 tantos y con la que fue goleador y figura en el Mundial 1998. También jugó y metió goles en las eliminatorias de las Euro 1996 y 2000 y en la fase final de la de 1996, y en las clasificatorias a los Mundiales de 1998 y 2002; alcanzó a jugar unos minutos en este último mundial pero ya estaba viejorro. Ah, pero divagamos: al igual que Boban también jugó en la selección mayor yugoslava (dos partidos), también su último fue ese contra Islas Faeroe tres días antes del referendum croata (ahí metió su único gol con la mayor yugoslava) pero a diferencia de aquel, sí fue al Mundial de 1990 con la azul aunque no jugó. En su país no es EL símbolo nacional, pero no lo recuerdan con mucho cariño en Serbia porque salió en una foto visitando la tumba del siniestro Ante Pavelic, el fascista líder y genocida de la Croacia independiente de la IIGM. 

El que le sigue en la foto es otro crack (¡ooootro!) pero este no es croata: el gran Predrag Mijatović (montenegrino, 18 años, Budućnost Titograd) ya era habitual titular en el club de su natal Titogrado (como se llamaba en esa época la actual capital de Montenegro Podgorica en honor al Mariscal Tito) cuando jugó el Mundial juvenil con Yugoslavia: en este club compartía con un tal Dejan Savicevic, que no fue a Chile por prestar el servicio militar (!!!). Pasó al Partizan Belgrado en 1989 – estuvo a esto de irse al Dinamo Zagreb pero sabiamente vio como venía el tema étnico y se fue para Serbia – y cuatro años después se fue a España: primero a Valencia (1993 a 1996) y luego al Real Madrid (1996 a 1999) con los que fue uno de los figurones de La Liga por su clase, presencia y técnica. Con el Blanco-Blanco compartió línea ofensiva con Suker y Raúl y ganaron de todo; de todo es de-to-do.

Después de lo que sintió que era ciclo cumplido se abrió para Fiorentina por dos años y terminó cotizando pensión en el Levante en Segunda (2002 a 2004), ya viejo y con ganas de pasarla relajado.

Con la selección mayor de Yugoslavia jugó 73 partidos entre 1989 y 2003: o sea desde antes del verguero y lo que quedó después de. De hecho su último partido, un amistoso contra Azerbaiyán en 2003, lo jugó para la selección de Serbia y Montenegro… durante su carrera jugó un Mundial con su país (1998) y una Euro (2000).

Una de las figuras de ese Mundial y otro de los cracks conocidos que dio esa selección a futuro fue Robert Jarni (croata, 18 años, Hajduk Split), lateral – extremo muy hábil y punzante, que así como se iba al ataque permanentemente apoyando a los compañeros de arriba con más peligrosidad que un chisme, era capaz por su banda de parar hasta una campaña viral en contra por redes. El man salió de un pequeño club de su ciudad natal hasta que fue reclutado por el más importante Hajduk Split, con los que duró hasta 1991 en altísimo nivel, tanto que lo convocaron a Italia 90 (fue banca y solo jugó un partido, ya diremos contra quién) y la fase de Eliminatorias de la Eurocopa 1992.. Ese año con todo el mierdero ya montado en Yugoslavia aprovechó para irse al Calcio y  pasar por varios equipos con buen rendimiento en Bari (hasta 1993) y Torino (1994), pero la cagó al irse a comer banca en la Juventus (1995). Así que decidió abrirse a un club más pequeño pero con más posibilidad de jugar: se fue al Betis español en el que fue figurón por tres años.

La actuación en el Mundial de 1998 con Croacia atrajo la atención de ese comprador caprichoso que es Real Madrid que se lo llevó en una transferencia carambolesca vía Coventry City inglés: Betis no se lo quiso vender al Real, entonces se lo vendió al Coventry City que CASUALMENTE recibió una oferta del Real Madrid para contratarlo, y allá terminó cayendo de rebote. Cipote de marrulla. La tramulla no le sirvió a Jarni que comió bastante banca ese año – típico del Real, gastar una millonada por un crack para tenerlo mamando suplencia – y se fue a Segunda con Las Palmas, los ayudó a ascender y se quedó jugando un par de años antes de irse al Panathinaikos en 2002 a robar de puro nombre y retirarse con 35 años.

Jarni fue uno de los que coronó selección de mayores yugoslava y croata, y de los pocos en hacerlo en dos Mundiales: en 1990 fue banca casi todo el torneo, pero alcanzó a jugar un partido: preciso en el 1-0 ante nosotros al entrar por Srecko Katanec en el ST. Después de Italia pintaba como titular de la banda de la selección yugoslava, fue titular cinco partidos más en la fase inicial de la Euro 1992 pero vino la guerra y se fue todo a la mierda para Yugoslavia. Pero desde ahí comenzó su gloriosa carrera en la selección croata: cinco meses después de su último partido con Yugoslavia (el mismo 7-0 ante Islas Faeroe de Mayo de 1991) debutó con la ajedrezada y de ahí no se bajó hasta 10 años después, con 81 partidos internacionales, dos Mundiales y una fase final de la Euro. Su último partido con su selección fue contra Ecuador en el Mundial 2002. Hoy trabaja como DT pero en ese campo le ha ido más bien mal…

El lateral y central Dubravko Pavličić (croata, 19 años, Dinamo Zagreb) fue titular todo el torneo, pero no le alcanzó para consolidarse en su club. Así que se fue al Rijeka de su Croacia natal en 1990 y ahí sí fue figurón y pegó el salto en 1994 al fútbol español: al Hércules primero, en 1997 al Salamanca y en 2000 al Racing de Ferrol, ya pegando el último pique. En el fútbol español no era uffff qué crack vino de los Balcanes pero sí era de esos rendidores que siempre te cumplen y que ni piensas en sacarlo del equipo. Con la selección yugoslava de mayores nunca jugó, pero sí en la de Croacia desde los primeros y jodidos tiempos post independencia, debutando en un amistoso ante Australia en 1992 – en el tercer partido de Croacia como nación independiente en la era moderna. Coronó 27 partidos con su selección, entre ellos dos de la fase final de la Eurocopa 1996 ante Turquía – entrando al final – y Portugal. Se quedó viviendo en España pero la Calaverić se lo llevó en 2012 por un cáncer pancreático.

Dragoje Leković (montenegrino, 19 años, Budućnost Titograd) fue el portero titular de ese equipo durante toda la competición, pero no lo había sido durante la fase de clasificación. Tuvo una carrera decente (del verbo «nada de qué avergonzarse«, no de «respetable«): comenzó jugando en el Budućnost Titograd que ya mencionamos con Mijatović, pasó al Estrella Roja en 1991 alternando sobre todo en la banca y de ahí se fue a otro club montenegrino hasta que se terminó yendo del país ya desbaratado para ir al Kilmarnock escocés en 1994, Sporting de Gijón, Málaga, AEK Larnaca chipriota en 2000 y finalizó su carrera en el fútbol australiano en 2003, ya con 36 años encima. Medio rara la carrera del man, pero siempre coronó sus partiditos con la selección mayor: fue portero suplente en los Mundiales de 1990 y 1998 con Yugoslavia (!). Hoy es el entrenador de arqueros de la selección de Montenegro.

Al contrario que la mayoría de sus compañeros, Slaviša Đurković (montenegrino, 19 años, Sutjeska) y Slavoljub Janković (serbio, 18 años, Estrella Roja) tuvieron una carrera bastante mediocre, en clubes de su país en los que no despegaron mucho y no fueron titulares inamovibles: la habitual cuota de no-exitosos que se mencionan siempre en tertulias futboleras al hablar de una selección campeona sub 20. Durkovic de hecho solo jugó de inicialista este encuentro contra Australia en el torneo: en la semifinal contra Alemania Oriental entró en el min 91 a quemar tiempo… Janković sí jugó más partidos, incluyendo la final en la que fue titular. En cambio Igor Štimac (croata, 20 años, Dinamo Vinvkovci) tuvo un andar bastante más decente por el fútbol europeo, aunque no fue ¡ufffffffff qué bruto, qué galáctico era este cuate!: Hajduk Split hasta 1992 y por varios periodos en los 90, Cádiz (1992-1994), Derby County (1995-1999) y West Ham United (2999-2001) para retirarse en Hajduk Split (como que era el Luis Tiptonić del Hajduk, parece…) en 2002. No jugó con la mayor de Yugoslavia pero sí con la de Croacia 53 partidos, entre ellos los siete del Mundial de 1998.

El otro ultramegaconocido de acá es el crack desperdiciado de Robert Prosinečki (croata, 18 años, Estrella Roja), una rareza en este equipo por sus orígenes y estilo de vida. Comenzando porque Prosinecki nació en Alemania, hijo de padre croata y madre serbia inmigrantes en ese país en los 60 (los llamados gastarbeiters, inmigrantes yugoslavos, turcos, portugueses, italianos y de otros países que fueron a trabajar en Alemania Federal en lo que a los alemanes ya les daba cosa hacer). Los señores volvieron a Zagreb y ahí creció Robert, que rapidito del Dinamo de la ciudad se fue al Estrella Roja de Belgrado, del que se fue ya siendo la gran promesa del fútbol europeo al Real Madrid en 1991 (menos mal porque por sus orígenes lo abroquelaban los serbios… Cuando decimos que es «crack desperdiciado» es porque el tipo era de verdad un tipo de clase mundial: mediapunta con tremenda clase y habilidad, toque y visión, pegada, pelota quieta, recorrido, carrera… pero lo mataron tres temitas: 1) la paja, 2) las lesiones musculares y 3) que fumaba antes, durante y después de los entrenamientos (!!!).

No le fue del todo bien en las tres temporadas que jugó en el Real, acosado por las lesiones y cuestionamientos ante su tendencia a irse de farra seguido. Para la 1994-1995 se fue al Oviedo en el que recuperó su forma y nivel, y eso hizo que el Barcelona le echara el ojo y se lo llevara; grave error porque se volvió a lesionar y cuando se recuperó no lo ponían a jugar casi. De ahí en adelante su carrera fue «lo_que_pudo_ser»: Sevilla, Croacia Zagreb (el que era el Dinamo), Standard Lieja, Portsmouth y clubes menores de su país y Eslovenia.

Una cagada porque el man era un crack total. En ese Mundial sub 20 fue figura y titular todos los partidos – menos la final por sanción – y se consagró con goles claves, como el 2-1 definitivo en los Cuartos de Final ante Brasil al minuto 89. Con la selección mayor yugoslava jugó 15 partidos y con la de Croacia 49. Es otro de los que jugó para Yugoslavia en Italia 90 y Croacia en Francia 98 y unos minutos ante México en Japón – Corea 2002 pero, para bolas al dato: es el único jugador de la historia de las Copas del Mundo en anotar goles con dos selecciones distintas, uno con Yugoslavia en 1990 (ante Emiratos Árabes Unidos) y dos con Croacia en 1998 (ante Jamaica y ante Holanda).

El último de la alineación de arriba es Branko Brnović (montenegrino, 20 años, Budućnost Titograd)… sí, otro de Montenegro… ¿qué comían esos manes por esa época allá? De su club de origen se fue al Partizan de Belgrado en 1991, en 1994 arrancó para el Espanyol en el que le fue bastante bien: duró seis años siendo habitual en la defensa del hermano desgraciado de Barcelona. Bueno, menos el último año en el que mamó más banca que David Ospina en Arsenal y se devolvió a su país.

Jugó con la selección mayor yugoslava 27 partidos, de los que tres fueron en Francia 1998.

El DT  era el croata Mirko Jozić, que no solo tiene el récord de haber sacado campeón a estos muchachos sino la hazaña impresionante de sacar a un club chileno campeón de Libertadores (!!!): fue el DT de Colo Colo de 1991.

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Y listo.

¡Chúpate esa! Robert Jarni marcando al Chonto en Italia 90

9 pensamientos sobre “Postales de un pasado de sueños rotos y nostalgias pendejas: Yugoslavia campeón mundial juvenil 1987

  1. Tremendo post maestro, y pensar que la disolución de l̶a̶s̶ ̶F̶A̶R̶C̶ yugoslavia permitió sobresalir a otros crack Serbios que dificilmente hubieran pintado, tales como dejan petkovic, milosevic, mijaijlovic, stojkovic, entre otros

  2. Gran post maestrovic.
    Me queda la duda de si en las anteriores selecciones yugoslavas la mayoría de jugadores buenos y cracks eran croatas, considerando el éxito de esta selección luego del verguero que vivieron y la calidad que exportan en sus jugadores.
    PD. Muy bacano el nuevo modelo de la plantilla del blog.

    1. Gracias, man. Es relativo. Hace poco en el fb de LMDF monté una foto de la Yugoslavia de un partido de clasificación a la Euro 1976, y eran estos nombres:
      Ivan Buljan (croata),
      Enver Maric (bosnio)
      Ivica Surjak (croata)
      Josif Katalinski (bosnio-serbobosnio)
      Branko Oblak (esloveno)
      Slavisa Zungul (serbio)
      Dzemal Hadziabic (bosnio)
      Drazen Muzinic (croata)
      Jurica Jerkovic (croata)
      Borisa Djordjevic (serbio)
      Danilo Popivoda (esloveno)

  3. Esa patada de Boban al policia pegandole a un hincha fue la chispa que incendio todo ese mierdero en los balcanes, de no haber hecho eso, Boban hubiera ido a Italia 90 con este combo mas los mayores, falto Sinisa Mihajlovic por edad en este sub 20, que tambien era base del estrella roja de Belgrado.

  4. Excelente reseña. Me queda la duda de si en esta sub 20 yugoslava que ganó el mundial de Chile 87 jugó el serbio Dragan Stojkovic, quien fuera uno de los creativos en Italia 90, creo que el man era buen jugador pero al parecer no tuvo tanta trascendencia como si la tuvieron sucker, boban o prosineki, no sé si realmente haya estado al nivel de estos próceres…saludos desde lica la llabe.

  5. Maestro qué post!!
    Lo loco es que el fin de la guerra fría a los más jovenes nos privó de ver a la Unión Soviética, lo de Yugoslavia ya era de salida. Por allí Croacia reforzada por un par de Serbios (Stankovic, Mihailovic, no recuerdo si el arquero o la defensa era el punto bajo de los croatas) en el 98 hubiese sido más competitiva.
    Saludos y bacán el diseño del blog

  6. Mijatovic casi ficha es por el Hajduk no por el Dinamo Zagreb
    Otra historia interesante es la de los Serbios que jugaron para el Dinamo de ese combo esta Zoran «čava» Dimitriević que fue un Prosinecki con menos suerte mucho talento pero la noche se lo tragó en la tumba del man en el cementerio de Belgrado todavia llevan flores azules y bufandas del Dinamo.
    http://povijest.gnkdinamo.hr/popis-igrača/zoran-dimitrijević.html
    Aqui dejo un par de fotos
    http://povijest.gnkdinamo.hr/assets/components/phpthumbof/cache/855366e2579d855bb0b5f0efd0d18932.0bc2527560418b21296ca28e46d96981.jpg
    La tumba en Belgrado
    https://xdn.tf.rs//2018/11/14/dinamo-1-830×0.jpg

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