Hipersensibilidad en el fútbol, o el síndrome “nos-tienen-envidia”

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Mientras el Politburó de la Monserga, en pleno, se encuentra en una reunión extraordinaria celebrando y tomando hasta perder la conciencia planeando disciplinadamente los temas para fin de año e inicio de 2017, decidí escribir sobre un aspecto que ha crecido, exponencialmente, luego de la sorpresiva victoria del equipo nacido en una metalúrgica japonesa frente al archirecontrafavorito y candidato al título del mundial de clubes (según la prensa especializada), el Atlético Nacional. Me refiero a la hipersensibilidad o el síndrome “nos-tienen-envidia”.

Antes que nada, seamos francos: cualquier equipo del fútbol colombiano quisiera tener el año que tuvieron los de verde. No es lo mismo decir “fracasamos porque nos eliminaron en el mundial de clubes” que decir “fracasamos porque no ascendimos”, “fracasamos porque no llegamos a semifinales de la Liga” o “fracasamos porque el Raid no mató a todos los zancudos” (?).

También es complejo hablar del tema de “humildad” en el fútbol. Para el hincha es inevitable sacar pecho cuando su equipo va bien y hacer pronósticos exagerados cuando los rivales están a años luz de distancia.

Es más, ni siquiera los fracasos pasados logran “hacer reflexionar”. Para la muestra: América recién logró el ascenso luego de cinco años de generar los mismos sentimientos que cualquiera de las películas de Dago García: rabia, risa y lástima. Arranca la Liga en puestos de descenso y, hasta ahora, su refuerzo más rutilante es Yorleys Mena. Y, aun así, hay hinchas del Rojo que gritan a los cuatro vientos que van a golear a cualquier Nacional, Barcelona o Kashima (?) que tengan en frente.

Pero, no nos digamos mentiras, a todos (o bueno, a la mayoría) nos gusta sacar pecho de lo propio y burlarnos de la desgracia ajena. Más si esa desgracia afecta a algún rival, enemigo o suegra. Y, del mismo modo en el sentido contrario, a nadie le gusta ser el objeto de esa burla. El eterno y colombianísimo mandamiento por excelencia: No dar papaya y aprovechar cualquier papayazo.

Pero el fútbol es tan impredecible, que hoy puedes ser el campeón del mundo y mañana un don nadie que pierde contra el equipo de los empleados de Nintendo. Así que la regla de oro en el fútbol es simple: cada bocanada de humo que salga de tu boca cuando tu equipo vaya bien te la harán tragar tres veces cuando caiga.

Y así llegamos al meollo del asunto. Hay que aprender a ser prudente y aguantarse, con hidalguía, las burlas cuando toque. Pero algunos se toman el asunto demasiado personal, se ponen hipersensibles y responden a cada burla, con discursos prediseñados que van desde “nos tienen envidia” hasta una referencia a la profesión de la mamá del receptor. Eso, sin contar a los que creen que un chiste sobre el equipo equivale a insultar a la madre, la abuela y la novia.

Lo anterior se notó bastante tras el ‘kashimazo’ (nominado al mejor apodo del 2016): Las burlas inundaron las redes apenas segundos después de que Nacional perdiera arrollado por Suzuki (no pun intended) y sus amigos. Algo apenas esperable, pues los hinchas de Nacional tuvieron la gentileza (?) de recordarle a los seguidores de los demás equipos del FPC, con 6 meses de anticipación, que iban para Japón, que jugarían contra el Real Madrid (jijiji) y, apenas llegaron a la isla, de poner a los japoneses de mensajeros.

Y, si bien algunos soportaron las burlas y hasta respondieron con fino sarcasmo, la tendencia fue la hipersensibilidad. La respuesta por defecto, después de “envidia” y los hijueputazos, fue decir “con que cara se burlan de nosotros si…”.

¡Por favor, dejémonos de güevonadas! ¿Los hinchas de Nacional dejaron de reírse de Millonarios cuando les recordaron que Cruzeiro les había ganado 8-0 en la Supercopa Sudamericana de 1992? ¿A algún hincha del Cali le importó que su equipo fuera el más veces subcampeón de Liga y no tuviera un título internacional cuando su rival de patio se fue a la B? ¿El recuerdo de la libertadores de 1989 bajó la satisfacción de los hinchas del DIM cuando le ganaron la final de Liga al Nacional? Simple y claro: No, no y no.

¿Entonces? Si no tiene efecto alguno, ¿para qué insistir con lo mismo? Esa respuesta tiene más de “cállese que estoy ardido” que de un mínimo de racionalidad. Simple, en el fútbol hay tres cosas que nunca cambian: las burlas al rival, el apoyo al equipo humilde del que nadie espera nada (siempre que juegue contra un equipo distinto al propio) y las ayudas arbitrales al Nacional (?).

En resumen: si hoy le tocó perder, haga lo de Franco de Vita y resignese a ser el hazmerreír de sus amigos y rivales un buen rato. Pero, ojo, si usted, hincha del equipo que sea, retwittea trinos así, comparte videos como este o este y/o le manda memes como este o este a sus conocidos hinchas de equipos rivales, no espere que tengan piedad cuando su equipo caiga inesperadamente.

Y si no es capaz de burlarse de usted mismo o, si quiera, aguantar sin que se le brote la vena de la frente, un consejo: por su bien y el de los demás, desconéctese de redes sociales o cambie de deporte.

6 pensamientos sobre “Hipersensibilidad en el fútbol, o el síndrome “nos-tienen-envidia”

  1. Muy beun comentario, afortunadamente mi grupo cercano de amigos pertenece a todos los equipos, Nacional incluido y afortunadamente se puede bromear de todo sin peleas ni pendejadas que lamentar, recuerdo que ellos comentaban que no les daba buena espina el triunfalismo de la hinchada del verde por esos dias «los partidos primero se juegan, estan hablando mucha mierda ome» y tome: los del kashima no iban a regalar una final y menos delante de su gente, gran post, espero sea el primero de muchos

  2. interesante tema; lo sé de lo que me cuentan, porque soy de boca y a nososotros no nos pasa(?)
    yo llegué a escuchar a hinchas de p&c (river) ir al psicólogo no tanto por el descenso, sino por lo que le decían los del mío…

  3. Muy buen post. Crítico e inspirador (?). Siga así don Carvajal.
    «…Pero algunos se toman el asunto demasiado personal, se ponen hipersensibles y responden a cada burla, con discursos prediseñados que van desde “nos tienen envidia” hasta una referencia a la profesión de la mamá del receptor. Eso, sin contar a los que creen que un chiste sobre el equipo equivale a insultar a la madre, la abuela y la novia.»
    Acá se resume todo.

  4. Bastante se desgasto nuestro Presidente Santos con los dialogos de Paz con la guerrilla para nosotros venir a peliar por unos peludos tatuados millonarios que corren detras de una pelota. Tenemos la paz, esmeraldas, cafe suave, toda clase de climas, fauna y/o flora, bicicross y pesas, la rana mas venenosa del mundo, al humbrados y otras tantas cosas para disfrutar. Y nosotros peliando por esto? Ustedes que saben todo de futbol: hasta Pique esta en Barranquilla, gozandosela toda en nuestro pais. Hagamos lo mismo todos no?

  5. El futbol naciò para que uno pudiera joder a los compañeros de oficina muy de vez en cuando y que ellos, a su vez, lo azoten a uno casi todos los lunes sin falta.
    Muy buen post Carvajal.

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