Peores que la Dimayor Vol II – La historia de la NASL

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Una de las historias más rayadas de ligas a nivel mundial fue la de la North American Soccer League (NASL), el torneo de fútbol profesional de Estados Unidos de los años 70 y principios de los 80, que tuvo un éxito tremendo e insospechado entre los gringos por unos cuantos años para terminar quemándose tan rapidamente como había empezado por culpa de sus propios excesos y falta de cálculo. ¿Cómo que no te sabes la historia? ¡Pa´qué estamos entonces, marica!


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Así convocaba el soccer allá: de izquierda a derecha, una megaestrella del pop-de-quinceañeras de la época (Leif Garrett), una legendaria estrella del rock (Rick Wakeman) y un actor de culto (John Belushi) en un juego de la NASL entre New York Cosmos y Philadelphia Fury. Más farándula que en los partidos de la selección en el Metropolitano…

El fútbol y Estados Unidos y una eterna relación de arrocito_en_bajo…

Comencemos con un Niembraaa_data bien bravo: la historia del fútbol en Estados Unidos se remonta a un año tan prehistórico como 1862 (!!!), cuando se registra la primera práctica de algo relacionado con el fútbol por allá con la formación de un equipo conformado por estudiantes de colegios estrato seven en Boston. En realidad practicaban una especie de protofútbol con reglas hechizas: los partidos se dividían en innings como el béisbol, jugaban 25 por equipo, cosas así… en serio. De ahí en adelante el fútbol en Estados Unidos prosperó paulatina pero firmemente – primero desde las universidades y colegios play, luego en las ciudades obreras – hasta ser casi uno de los deportes más populares del país en los años 20, sobre todo en el Este industrial (St Louis, Boston, Filadelfia, Nueva York) y el llamado Midwest.

En serio: en los años 20 el nivel y fiebre popular por el soccer competía con el fútbol americano, sobre todo gracias a la ASL (American Soccer League), que tuvo asistencias similares o superiores a los deportes tradicionales de por allá, y pintaba para instalarse como uno de los american sports si no hubiera sido porque entre peleas internas, malas decisiones y la recesión post 1929, el fútbol profesional gringo se acabó y perdió el impulso que había ganado (Si quieren leer más sobre la prehistoria del soccer gringo, para sacarlo como tema de conversación con sus tías post almuerzo familiar dominical o post coito con su pareja, pueden leer acá en este artículo).

Lo perdió bastante, y de ahí comenzó la decadencia del fútbol en la USA, tanto que por casi 40 años el soccer se jugó de modo amateur, con campeonatos de menor nivel que los tuits del uribismo hablando de Santos y una ausencia total de cubrimiento en los medios nacionales. El fútbol desapareció paulatinamente del interés popular y llegó al punto que fue totalmente barrido del know-how (?) de la gente, no solo por los deportes que hoy desvelan a los fafarachos aficionados de allá (béisbol, hockey, básquetbol, football americano) sino casi que de toda práctica profesional. ¿Qué era el fútbol para los gringos? Una vaina lentísima y sin emociones y peor: asociado al gusto extranjero… Ah, y les parecía una aberración de la naturaleza un deporte en el que hubiese empates. Pero vino la final del Mundial de 1966, que de manera inesperada tuvo ratings más altos de lo normal en la TV gringa, lo que motivó a que varios empresarios se juntaran para armar por su cuenta un campeonato profesional de fútbol, de los cuales al final se concretaron en 1967 dos paralelos: la National Professional Soccer League (NPSL) y la United Soccer Association (o USA), esta última reconocida por la federación nacional y por rebote por la FIFA.

Baltimore Bays contra los Detroit Clippers en el fútbol yanqui de finales de los años 60. Al fondo parece la pared de atrás del Armenia´s St Joseph Stadium pero no: es uno de fútbol americano… desde acá se les nota la tosquedad a estos pobres desgraciados (?)

La NPSL fue un invento raro, traído de los cabellos y sin fundamentos legales ciertos, como los 100 años del Deportivo Cali. Se formó con diez clubes de Estados Unidos y Canadá (cuyos dueños lo eran también de franquicias de fútbol americano, béisbol o hockey), entre ellos nombres como Atlanta Chiefs, Baltimore Bays, Chicago Spurs, Los Angeles Toros… La FIFA no solamente NO la consideraba como oficial sino que amenazó con sanciones a los jugadores que la disputaran, pero a la NPSL les valía dick porque metieron un golazo con asegurarse un contrato de televisación – con la CBS – que les transmitiría un partido cada domingo, y a todo color. Muy chévere pero al final fue la cagada porque la cadena aprovechaba cuando había una falta para meter un comercial, y cuando te digo que lo metían no era que mostraban la pantallita a los lados como el Goal Seashell sino que interrumpían la transmisión del partido y se iban con toda la frescura a comerciales ¡Chúpate esa!

La ideota terminó siendo un verguero porque terminaron los árbitros obligando a los jugadores a fingir faltas varias veces durante el partido, con tal que hubiese espacio para los comerciales (!!!!)… el sistema de puntuación también era más gringo que conspirar para tumbar gobiernos progresistas: 6 puntos por PG, 3 puntos por PE, 0 por PP, un punto más por cada gol anotado después del tercero en cada partido. A pesar del acomodo al gusto local y a la incorporación de jugadores con experiencia en el fútbol inglés – como el norirlandés veterano del Mundial 1958 Peter McParland – la liga no terminó de cuajar en the respectable, y promedió entre 7,000 a 8,000 aficionados por partido. O sea, no fue un fracaso desastroso, pero tampoco el gran negocio.

Un momento del partido entre New York Generals (camiseta oscura) y Los Angeles Toros por el único torneo de la NSPL. El 5 de los Generals que patea con rabia el balón fue uno de los muchos extranjeros medio huevo que llegaron a esa liga: se llama César Luis Menotti

El otro campeonato que se jugó en 1967 sí estaba reconocido por la FIFA, pero le faltaba el detallito de la televisación. Como dijimos arriba, se llamó la USA y se conformó con doce clubes norteamericanos, que se formaron a última hora y cuyos dueños – al igual que los de la NPSL – tenían franquicias en otros deportes; la idea original era comenzar a jugarlo el año siguiente, pero cuando vieron que la NSPL aseguró contrato de televisación se les vino la estantería y adelantaron el inicio de la liga. Había un pequeño inconveniente: ningún club tenía jugadores (!!!), por lo que a alguien se le ocurrió la idea de llamar a clubes del viejo mundo (?) a que mandaran a los suyos para que jugaran en nombre de otros equipos. Increíblemente, los encontraron: doce clubes europeos y sudamericanos enviaron sus jugadores para que hicieran parte de los recién nacidos de la liga yanqui, aprovechando que esta se iba a jugar a mitad de año, preciso cuando las ligas en esos países paraban.

Los clubes estaba formados íntegramente (no mezclados) por futbolistas de otros equipos: los canadienses de Vancouver Royal Canadians por ejemplo eran todos del Sunderland; los de New York Skyliners venían del pequeño Cerro de Uruguay, los del Chicago Mustangs del Cagliari italiano. Y así, los jugadores de los otros equipos eran todos del Stoke City, Dundee United, Glentoran, el brasileño Bangú, Wolverhampton, ADO Den Haag, Hibernian y Aberdeen: todos los futbolistas eran 100% de cada club, y mira lo jodidos que estábamos en Colombia que no fueron capaces de mirar por acá a ver si se llevaban a algún club (imagínate que pase algo así hoy, les da un orgasmo a Black River Golden Eagles)… en ese torneo jugaron algunas glorias o conocidos, como el legendario Gordon Banks o el italiano Roberto Boninsegna. Al igual que la rival, su promedio de asistencia fue del orden de los 8,000, aunque el Houston Stars se sobró con casi 20,000 cristianos por partido.

Se formó el mierdero: jugadores del Detroit Cougars (importados todos del Glentoran norirlandés) se mandan contra los del Houston Stars (del brasileño Bangú) en un partido de la USA

Como experimentos fueron simpaticones, pero los empresarios que formaron el circo no les pareció tan así porque los ratings fueron más bajos que los de las novelas de RCN, tanto que la CBS les canceló el contrato apenas terminado el primer campeonato. Es que si a uno le da cipote de desconsuelo ver un estadio vacío, imagínate para el que pone la platica… entonces los dueños de los clubes de ambos tornos decidieron fusionarse a finales de 1967 y formar la North American Soccer League, o NASL para ver si entre ambas le daban más fuerza al torneo, y ahí comienza en serio esta historia.

Ahora sí, la NASL

El primer campeonato lo jugaron en 1968 con 17 clubes – los mismos que jugaron en los dos torneos que hablamos de 1967, juntando clubes de la misma ciudad en uno solo – y soltando la billetera para armar nóminas más atrayentes para el espectador local con futbolistas algo más conocidos (allá jugó ya todo remachado en las coyunturas el brasileño bicampeón del mundo Vavá), pero al final el nivel ni fue superior ni se le dio oportunidad al talento local. Total que la naciente NASL sobrevivió pero pariendo piñas: las bajas taquillas asustarían hasta a los dueños del Huila: 2,888 gentes por partido en 1968, 3,128 en 1969, 4,157 en 1970. Además los altos costos de traer y mantener jugadores extranjeros y el alquiler de los megaestadios gringos resultaban en que los clubes perdían plata por montones, y así no había negocio que aguantara. Los equipos desaparecían y aparecían otros que al tiempo se esfumaban, las franquicias nada que resultaban: de jugar con 17 clubes en 1968 se pasó por ejemplo a hacerlo con cinco (!) en 1969, y todo olía a formol, porque lo clave era que ni los latinos se sentían identificados con los equipos ni los rednecks sentían ni mierda de interés por el fútbol.

Escudos de algunos equipos de la NASL. ¡Dizque «Miami Gatos»!

Pero de a poco el interés por el soccer comenzó a levantar paulatinamente, y en parte fue porque la liga modificó partes menores y no tanto del reglamento para que los Jimmies le agarraran el gusto. A ver cuáles fueron esas modificaciones:

  • El sistema de puntuación era el de la vieja NSPL: 6 puntos por victoria, tres por empate, cero por derrota y uno por cada gol anotado después de tres. Eso hacía que los equipos buscaran como sea el golear porque le garantizaba puntos adicionales, así que ganar partidos a lo Peter Sarmiento ya no era suficiente.
  • El uso de una línea de 35 yardas (…) detrás de la cual el delantero no estaba en fuera de lugar. O sea: ¿eras atacante, en campo contrario, te tiraban el balón y estabas antes de la línea de 35 yardas? No te pitaban fuera de lugar así sea que estuvieses solo…
  • El tiempo se llevaba al estilo de básquet, el hockey o el fútbol americano: conteo regresivo.
  • Y sobre todo: los empates dejaron de existir a partir de 1974 para ser sustituídos por el shootout. ¿Se acuerdan de la regla del shootout de los primeros tiempos de la MLS? Bueno, eso fue usado desde la NASL. Esta fue fundamental en quitarle la tirria a los gringos por el fútbol y la existencia de los empates.

Así que la asistencia a los estadios seguía bajita a principios de los 70, pero siempre en tendencia creciente año por año. Así fue como ya para 1974 el promedio en fase regular fue de 7,841 para 15 equipos – incluyendo tres de la Costa Oeste por primera vez, Denver, Los Angeles y Dallas – : los números comenzaban a volverse atractivos, con varios equipos promediando más de 10 mil espectadores por juego. Pero 1975 fue EL año para la NASL en particular y para el fútbol profesional en Estados Unidos en general, y el principal causante de todo es el club más conocido de la época, uno que se veía en la mentalidá popular como uno de los más prestigiosos del mundo (en serio): el New York Cosmos.

El club fue fundado en 1970 por los famosos dueños de Atlantic Records, los hermanos Ahmet y Nesuhi Ertegun; al año siguiente pagaron por la franquicia en la NASL y ya para 1972 lograron su primer título. Al principio compartían con sus compañeros de liga los números de taquilla e interés, pero fue vital en 1972 la mudanza del Yankee Stadium (sí, el de béisbol) en el Bronx al más pequeño Hofstra Stadium en la cercana Hampstead, lo que le daba identidad propia y hacía ver menos asustador las tribunas vacías.

Aún así seguían siendo equipo promedio en la NASL, por lo que los dueños – sobre todo por decisión del presidente de la Warner, Steve Ross – decidieron convertirlo en un equipo top a nivel mundial. ¿Qué hicieron? ¡Meterle billete, papá! La estrategia fue atraer a estrellas del fútbol mundial que estaban ya meditando en irse a pasar sus días sentado en la mecedora o meterse de periodistas frustrados en programas de TV, para que en vez de eso se dedicaran a ganarse su buen billete jugando en una liga en la que nadie te iba a hacer quedar mal en la cancha. La principal contratación de Cosmos, el golazo en términos de comercialización y nivel, y el golpe definitivo que puso al fútbol por unos años como deporte de relevancia en Estados Unidos, fue este man de abajo:

Pelé en el momento de firmar contrato con Cosmos, o «la sonrisa del que se va a ganar más billete que un catresanababich«

La llegada de Pelé al fútbol gringo fue un acontecimiento mediático que impulsó con todo la NASL: desde el momento exacto que llegó al país y firmó su contrato – 4.7 millones de dólares por tres años – en un acto lleno de medios de todo el mundo y curiosos locales, con peleas y tumultos de por medio en el popular 21 club de Nueva York, el fútbol profesional gringo se convirtió en tema de moda. Ayudó bastante el perfil de corrección diplomática y amor desmedido por la prensa que el futuro National Teams Salt Maker mostró desde el inicio de su aventura yanqui: era el propio para promover el deporte en Estados Unidos no solo por su calidad futbolística sino porque era EL personaje para tirar marketing.

La presencia de Pelé en el Cosmos hizo que triplicaran en una sola temporada su asistencia promedio, y todo el fenómeno Pelé hizo que quisieran imitarlo los demás equipos. El mismo Cosmos siguió con su política trayendo a otros veteranos gloriosos como Franz Beckenbauer y el lateral campeón del mundo en 1970 Carlos Alberto, y los siguieron ese año y los sucesivos figurones como George Best y Johan Cruyff para Los Angeles Aztecs (!!), el arquero inglés Peter Bonetti (St Louis Stars), el histórico defensor de Portugal y Benfica Simoes (Boston Minutemen), el peruano Ramón Mifflin (Cosmos), el inglés Trevor Francis (Houston Express) o el grandísimo Teófilo Cubillas (Fort Lauderdale Strikers), entre otros. Una locura: las audiencias crecieron rapidísimo y por primera vez en décadas el fútbol en Estados Unidos era noticia en los principales medios escritos y audiovisuales. ¿Era la consolidación del fútbol como deporte en Estados Unidos?

Dos leyendas del fútbol mundial jugando en la NASL: Gerd Müller para Fort Lauderdale Strikers, Franz Beckenbauer para Cosmos

New York Cosmos Soccer Bowl 78 Final v Tampa Bay Rowdies
La final de la liga gringa de 1978, o como la llamaban allá el Soccer Bowl (!), entre New York Cosmos y Tampa Bay Rowdies. El estadio full up to the tits albergó a más de 74 mil espectadores, hasta el día de hoy el récord de asistencia para un partido de fútbol profesional en Estados Unidos

No: no fue

Todo se veía muy bonito pero las luces y los medios y las multitudes y las megaestrellas en retiro no dejaban ver un problema de fondo jodido: la liga no era autosostenible. Salvo algunos equipos (Cosmos, Washington Diplomats, Minnessotta Kicks) las asistencias eran de bajas a Centenario_de_Armenia_level. Y esto no iba de la mano con los gastos: casi todos los equipos estaban llenos de jugadores con contratos carísimos, algunos de alto nivel pero muchos de los cuales no eran conocidos en Estados Unidos – por ejemplo un Trevor Francis no te convocaba ni a un plantón por una causa de twitter. Como decíamos arriba, el éxito de la estrategia de New York Cosmos hizo que cada equipo quisiera tener su propio Pelé, y a veces les resultaba, a veces – generalmente, hablamos de veteranos con poca motivación deportiva y con las rodillas esmeriladas – no. Se daban casos como el del Toronto Metros que en ocasiones hacían colectas al estilo misa en las tribunas para que entre los asistentes ayudaran a pagar los salarios de los jugadores. En serio.

Total que los números no cuadraban a pesar de todo el cubrimiento de la prensa y fanaticada nueva, y la liga estaba lejos de estabilizarse; varios equipos estaban más fundidos que lo equipos de Jorge Luis Pinto después de un año. Y para rematar, la NASL hizo como la familia que sobrevive apurada mes a mes manteniendo cinco hijos y les da por tener un sexto: decidió aumentar de 18 clubes en 1977 a 24 en 1978: seis participantes más. Es decir, en vez de decicarse a fortalecer y hacer crecer lentamente los equipos existentes y la base de fanáticos, se metieron en la crazy cow de meter más participantes forzando su situación. Total que el principio de los 80 le pegó durísimo a la NASL con la recesión económica de la época y el efecto acumulado del sobregasto: para 1981 todos y cada uno de los clubes de la NASL estaba perdiendo plata.

El crack Johan Cruyff jugando para Los Angeles Aztecs: no fue tan mediático como Pelé también fue un exitazo en lo futbolístico y en el impacto que tuvo en la asistencia de su club

Y comenzó el descenso rápido e inevitable para el América. Digo, en America (perdón, la costumbre). De los 24 clubes se pasó a 21 en 1981, 14 en 1982, 13 en 1983 y 9 en 1984: derrumbe total y sin vaselina. La de 1984 vio aún a jugadores de nivel / estelaridad como Roberto Bettega (en Toronto Blizzard), Johan Neeskens (Cosmos), Kazimierz Deyna (San Diego Sockers) o incluso vigentes como Roberto Cabañas o Julio César Romero (Cosmos), pero no aguantó las cifras: para 1985 solo dos equipos estaban interesados o en condiciones de participar, y la NASL decidió no jugar su torneo ese año para volver en 1986. Pero le pasó como al Deportivo Pereira, se fue y nunca volvió.

El último gol de la historia de la NASL como tal lo hizo un tal Patricio «Pato» Margetic, ladrón jugador argentino que metió el 3-2 que le dió el título del Soccer Bowl de 1984 al Chicago Sting sobre Toronto Blizzard. ¿El promedio de asistencia del último campeonato de la NASL? 10,659 para la fase regular, y para los playoff (dos semifinales y una final ida y vuelta) fueron un mínimo de 4,204 personas en San Diego y un máximo en la vuelta de la final en Toronto, 16,842. Eran números menores que siete u ocho años atrás, pero no eran números horribles… el problema era la deuda arrastrada por años de excesos y descontrol.

El ex-mundialista italiano Roberto Bettega (el 11 canoso) jugando en la final de 1984 para Toronto Blizzard ante Chicago Sting, el último partido de la NASL.

Legacy

With the hand in the mango: la NASL fue un fracaso a nivel económico. Ya lo hablamos arriba: a la hora del té como negocio pudo haber funcionado, pero no lo hizo, en gran parte por un error de cálculo al subestimar la afición yanqui por el soccer, y en otra por no medirse en el tema de los topes salariales (algo que la MLS tuvo muchísimo cuidado en no imitar desde su nacimiento, precisamente por la experiencia de la NASL). ¿Y en la parte deportiva? Más o menos: la NASL se dio el lujazo de contar con varias leyendas del fútbol de todos los tiempos: Pelé, Bobby Moore, Beckenbauer, George Best, Gerd Müller, Cubillas, Eusebio, Cruyff, Carlos Alberto y muchos más como Deyna, Ruud Krol, Neeskens, Marinho Chagas, Geoff Hurst, Rensenbrink. Pero no todos rindieron en altisimo nivel, varios cayeron allá casi que a robar, y no ayudaron a subir la calidad de la liga. O sea que el nivel de la liga fue normal, sostenido sobre todo por los restos de calidad de grandes cracks a punto de retirarse, pero no de calidad superior.

Y en cuanto al desarrollo como tal del fútbol de Estados Unidos, también fracasó fuerte. Por el circo en que se había convertido la NASL se mostraba casi que solamente jugadores extranjeros veteranos y figurones; y los locales, a comer banca. Medidas como las de 1979 de obligar a que hubiese al menos dos norteamericanos (estadounidenses y/o canadienses) como inicialistas en cada equipo llegaron muy tarde, y como no hubo trabajo de base en los años anteriores, no salíeron casi jugadores. Qué hp liga tan bacana, pero para los gringos no les sirvió para un culo en las Eliminatorias al Mundial en las buenas épocas de la NASL, ni en 1978 o 1982 estuvieron cerca de clasificar. Un Dátolo llamativo: en la final de la NASL de 1978 entre Cosmos y Tampa Bay, solo uno de los 22 inicialistas era estadounidense (el arquero Winston DeBose) y tres canadienses. Y curiosamente les fue mejor fue a los canadienses, que estuvieron a un punto de agarrar un cupo a 1982 y clasificaron a 1986 con un equipo compuesto en su gran mayoría por ex-jugadores de la NASL (18 de los 22 que fueron a México 86).

Pelé, una mascota, las cheerleaders…. todo más gringo que comer hamburguesa con papas al almuerzo

Pero a nivel espectáculo fue otra cosa: como ya vimos, por unos años (más o menos entre 1975 y 1981) la NASL fue uno de los deportes tops en un país sin tradición pero poderoso económicamente. Y aunque duró muy poquito, la NASL generó un recuerdo tan grande en la gente que ayudó a que el sueño de retomar el fútbol profesional en Estados Unidos se mantuviera; esa nostalgia fue muy importante en la el nacimiento de la MLS en 1996 y en el desarrollo del fútbol yanqui, sustentado en parte por las ganas de repetir una experiencia similar aunque más aterrizada. Algunos clubes de la MLS agarraron nombres/franquicias de la vieja NASL (San Jose Earthquakes, Seattle Sounders, Portland Timbers, por ejemplo), e incluso vimos como resurgió la NASL en 2011 con renacimiento del Cosmos incluido, aunque desde el inicio se consideró como una especie de Segunda División y hoy está reducida a cuatro equipos y con cara de desaparecer. Pero finalmente el fútbol en uno de los países más antifutboleros del niveros pegó, y en buena parte se debió a la loca, circense y barroca NASL…

Otro legado de la NASL: la camiseta de los Colorado Caribous, club que en su única participación en 1978 lució este aborto de gringo pasado de tabaco para mascar, popper, whisky barato de malta y peyote. Sí, eso que tiene la camiseta son flecos…

Fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

11 pensamientos sobre “Peores que la Dimayor Vol II – La historia de la NASL

  1. Brilliant as usual, termas (?).
    Fingir faltas para pasar a los comerciales? Ufff, que nadie diga que era por amor al arte esto…
    En la autobiografía Pelé contaba que lo venían cortejando del Cosmos como desde el 71 cuando se retiro de la Selección. Terminó aceptando porque invirtió en alguna vaina y acabó endeudado hasta el cuello porque la susodicha no funcionó y pues ajá, necesitaba la platica. Él mismo decía que el hijo de re mil putas de Babilonia de Henry Kissinger fue un patrocinador del fútbol en Gringolandia desde el Gobierno. Ignoro si tuvo alguna incidencia particular en la NASL, pero es un dato don Niembra para tomar en cuenta.
    Faltó mostrar el gol más mejor (?) de esa liga, cortesía de un crack en fase baldosera apenas pa’ esa liga. https://www.youtube.com/watch?v=U2HWUbFGHMU

    1. Gracias, man. Eso leí, cuando le dijeron de ir a la NASL en 1971 ni lo consideró, pero ya en 1975 tenía ya varios meses retirado del fútbol, así que la, ehhh, pensó mejor.

  2. Master, postazo. Uno se imagina que los gringos son excéntricos y tercos hasta más no poder pero, la madre, erán más tercos que Russo poniendo a jugar a Hauche en todos los partidos, solo miren esas reglas, puntos adicionales por marcar después de 3 goles y con la línea de 35 yardas, eso parecía más un partido de fútbol de primaria en colegio del distrito.
    Apostillas
    1) Hace poco lanzaron a la venta una camiseta limitada edición especial del Colorado Caribous (!!!). Si bien no sirve para jugar un picadito en el barrio con los amigos en la cancha de la esquina si sirve para hacer un cosplay del man de Malboro pero con ropa sport porque es Domingo.
    2) Otro de los clubes que sobreviven hasta entonces de esa nefasta liga es el eattle Sounders, si bien jugaron la temporada 1974 se mantuvieron jugando fútbol indoor y outdoor (fútbol y micro puesh) no aguantaron más y en 1983 desaparecieron, lo mismo que el Vancouver Whitecaps.
    3) Ver un partido de esos con un montículo de arena en un sector del campo es tan Colombian Second División, solo miren: https://www.youtube.com/watch?v=kG7yzv86GlM
    4) La idea de Pelé en la NASL es algo así como la de Zico en su momento en la J-League, solo que a diferencia de gringolandia la liga Nipona si prosperó y los otros equipos supieron traer estrellas y mantenerse económicamente hasta hoy.
    5) Cuando voy al Campín a ver a Mishos y veo esas porristas me preguntó de donde sacaron esa idea tan chabacana y tan del pasado, ahora comprendo todo.
    6) Se vino diciembre, pongan a Octavio Mesa (?)

    1. Gracias pana. Es que eran bien gringos (?): incluso las tablas (la clasificación) era más con Average que con puntos obtenidos. Fueron los primeros en contar asistencias, tiros al arco, etc, cosas que hoy nos parecen normales pero en ese momento nadie las llevaba. En parte por eso pegó el asunto allá.

  3. Buenas. Notable post.
    – la relación de Menotti y los Generals continuó durante un tiempo… en EEUU fue la génesis…
    – Es verdad que la MLS corrigió algunos defectos, sobre todo, aplicar al fútbol otras cuestiones aparte de las comerciales: topes salariales, relación canteril con las universidades. Quizás los peores defectos presentes -y que no parecen sacar, al menos en el corto plazo- pasen por el terror al descenso (al igual que la NBA, no tienen categorías inferiores) y por la excesiva relación directa con otros proyectos europeos (donde Chivas USA no prosperó, todo indica que filiales como la del City sí lo harán).
    Será interesante ver si de verdad repunta -ahora, además, tienen que salir de cierto prejuicio como deporte juvenilizado / feminizado- o si se convertirá en una subdivisión de los mercados europeos (es decir, una liga donde retirás estrellas, pero de paso la usás como readaptación o paso previo a Europa).

    1. También se agradece, compa.
      – Ese apunte suyo de Meotti y los Generals paga todos sus comentarios por el siguiente año (?).
      – Lo decía Klinsmann, que la recagó y todo en la selección yanqui, pero en esto tenía razón: el no haber ascensos y descensos perjudica el nivel de la liga y por ende de la selección. Ahora, puede ser pero el sistema de deportes yanqui no favorece los cambios de categoría, así que no sé…

  4. ¿Hubo equipo de la NASL en Hawai? Y acá se quejan porque les toca volar a Pasto.
    Hay cosas que si a uno se las cuentan, no las cree, como la maricada esa que cuelga en la camiseta de los Caribous (¡aparte les baila y todo en el video!).
    Gringoland también innovó con el número adelante, anticipándose a los Olímpicos de Barcelona y a esa obra maestra del diseño camisetil que usaba el Rionegro de verdad cuando todavía se llamaba Rionegro y todavía seguía en la B (con el patrocinio de atrás más grande que el número).
    Me puse a mirar si mandaron clubes a la Copa de la Concacaf y me encontré que naranjas, solo equipos amateur con participación intermitente y con eliminaciones por w/o en favor de equipos mexicanos (la bronca que les tienen y vea…).

  5. Soyelcarlos, sigo su blog desde hace años y tanto sus análisis de partidos de la selección, como los datos curiosos y reseñas del estilo son un deleite, adicional que considero que está años luz en calidad a espacios como el panel de win sports, fox sports, ESPN, los niños argentinos que se filman como unas maricas cada que hay un partido (cuyo modelo ha sido emulado hasta la saciedad en cada páis de la región) y por último, hablaelbalón (que por cierto aunque soy Bogotano, no me termina de entrar ese análisis de hincha guismelo que se muestra muy pasional en el comentario, pero que seguro va uno a ver y solo asiste a partidos de final de temporada y su acercamiento al fútbol es ir a jugar con los amigos a cancha sintética a hablar de todos los equipos del mundo en función de sus estrellas actuales y cuyo referente de leyenda empieza en el Pibe, el gordo Ronaldo, la plantilla de los comerciales de nike y adidas del 98 al 2006; pero no tienen idea ni reconocen la gran cantidad de jugadores que les precedieron).
    Me atrevo a recomendarle de manera especial que tome esta idea y la expanda a un canal de youtube. Creo que no cambiaría mucho el método, la redacción y el proceso de creación de las entradas, podría apoyarse en material fotográfico y dar voz en off en principio para que no lo agobien las tareas de edición. Su aporte podría llegar a mas espectadores que quizá desconocen todas estas historias por estar embebidos en el fútbol actual que obedece mas a guerras de mercadeo y dejan de lado al sentimiento especial que da el fútbol como deporte, pasión y referente histórico.
    Sería muy satisfactorio de paso que un día no muy lejano, sea un referente de análisis del fútbol en Colombia, a través de su canal, que cada que termine un partido de la selección lo siguiente que se anhele sea conocer sus impresiones, calificaciones y expectativas.
    Si un día lo veo por youtube y se vuelve famoso, ya tendré otro tema mas post coito que compartir diciendo: «yo leía la monserga del fútbol antes que fuera mainstream».
    Un saludo.

    1. Muchas gracias, señor, por sus comentarios, su opinión y la sugerencia. Qué bacano ver que hay gente igual de afiebrada que uno, que disfruta estas historias que saco con muchas ganas (si tuviera tiempo sacaría más).
      Le voy a tomar la idea, en serio. Abrazo!

  6. Hola Don YSEC:
    Las medidas referidas a poner como mínimo dos jugadores estadounidenses en cancha por juego no fue lo único que hicieron. Llegaron en jna temporada a armar una franquicia que sirviera como base de la selección estadounidense (Creo que se llamaba Team USA), pero le fue como perro en misa a ese equipo y al final terminó último.

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