Editorial LMDF: sobre lo buenos ganadores y malos perdedores que somos todos
Ojo: aclaro que yo hubiera dicho lo mismo, hubiera llorado igual y me hubiera llenado de ese odio de clase (?) si las cosas hubieran sido al revés. Eso me puso a pensar en la objetividad de los hinchas: esa cualidad siempre tan esgrimida cuando no es uno el afectado. Cuando la gente se enardece discutiendo si es mejor Falcao o Messi o Cristiano Ronaldo o Cristian Palomeque muy rara vez apelan a los fríos números sino a aspectos más etéreos: que este gambetea mejor, que el otro tiene más tranco, que aquel tiene mayor efectividad en los segundos tiempos de los partidos jugados en plenilunio.
Pero la cuestión es cómo pedirle a un hincha de fútbol que opine con cabeza fría. Es muy difícil hablar con la razón después de partidos como estos, es tremendamente complicado ser objetivo cuando el equipo de uno gana o pierde contra el destino dibujado de otro modo durante los 91 minutos previos al gol. La combinación de sentimientos lleva a hablar más mierda de la cuenta, a creerse en la final antes de definirse quién pasa, o de dejar de ver los errores o limitaciones propios por estar hurgando en las miserias aparecidas en el rival. El hincha es de reacciones específicas derivadas de momentos específicos, y en medio de dichas situaciones no puede aspirar uno a decir «Bien, merecieron ganarnos«, a menos que uno sea un muerto de tres días. Solo queremos hacer una breve reflexión sobre lo subjetivos que somos los hinchas. Reflexión que no aportará a ningún debate, ¡pero ahí estamos en La Monserga: aportando lo inaportante!
¿Vale quejarse de la manera en que se perdió un partido? Depende. Una cosa es que el árbitro tenga ese día, misteriosamente, la mano más rápida para tarjetear al equipo de uno, o el ojo más lento para ver las faltas en el área rival. Otra muy distinta es que el equipo de uno no pueda ganar un partido simplemente por no ser mejor que el otro. Si el equipo de uno es tan bueno, no importa que los del frente monten la línea de alambradas de los alemanes contra los británicos en la Batalla del Somme, que tarde o temprano el buen juego tiene que prevalecer sobre el (teóricamente) malo. Si no puede ganarle, entonces, es que no es tan bueno el equipo de uno como se pensaba. Cada quién tiene sus armas: muy marica el técnico que teniendo de delanteros a un perro, un caballo y un burro quiera salir tocando y mandando a atacar con tres puntas. Para eso se debe trabajar: no solo para aguantar al rival sino para ganarle sin importar qué planteo táctico ponga.
Da piedra perder contra un equipo así, claro. Pero si no se supera al rival con juego lírico y punzante (?) eso debería ser, en teoría, motivo de autocrítica. Si solo la táctica ultradefensiva sirve para explicar una derrota inesperada, entonces qué, ¿cuando se enfrenten el Barcelona contra la Equidad de Néstor Otero en el Camp Nou, quedarán 0-0 siempre? Ehh, no creo…me parece… Para eso se debe trabajar: no solo para defenderse sino para ganar atacando.
![]() |
«¡Qué va ome bobo! ¡Schhh!» |
Y aquí salen los ejemplos: acordémonos de la Grecia que quedó campeón en la Eurocopa 2004. Era un equipo limitado, con muchísimo orden nada más y con un solo delantero (Charisteas) más malo que el bazuco. Así y todo, ese equipo daba la sensación que podías jugar 3 días seguidos y no le hacías un gol ni por puta. Si antes de eso los griegos lo único que le habían dado al mundo eran la delantera Sófocles, Aristóteles, Aristófanes, Eurípides, Arquímedes y que Thales, después solo han aportado a Tina Fey y Jennifer Aniston. ¿Da grima ver un campeón así? Clarinés. ¿Fue injusto que hayan quedado campeones? Nones. Si Grecia quedó campeón no fue solo de orto (de hecho, en casi ningún partido sufrieron feo), sino por la incapacidad de los rivales para sacarlos del camino. Ahora, ¿le vas a decir a un griego que no celebre su título de la Euro? ¿Vas a caer a un bar de Tesalónica, El Pireo o Lárisa, a gritar a voz en cuello «Jajajaja griegos amargos ganaron de orto selebran cualquier cosa no esisten amargos«. Aparte que con toda seguridad saldrás de allí con una réplica en miniatura del Partenón incrustada en el píloro, el título y la alegría no se van a borrar. Que sigan llorando suecos, belgas, portugueses, suizos, búlgaros, rumanos o austriacos mientras tratan de conseguirse algún título oficial.
Se habia demorado mucho!!!
Mmmmmhhh…. no se si la foto de Angel Cappa sea idonea para ilustrar este articulo. Supongo que corresponde al partido que Huracan perdio con Velez y que dejo el titulo del Clausura argentino 2009 con los de Liniers. Cappa es un lloron, pero ese dia, sinceramente si tenia la razon, le sacaron no solo el partido sino el titulo del bolsillo. Es verdad, algunos no reconocen que han sido bailados o que otto equipo los "paseo" asi hubieran perdido 6-0, pero es que otras veces hay que ver los robos…..
Con artículos como estos, es que vale la pena, estar en el grupo, lecciones de historia, de fútbol y de amargura.
Jajaja, sobre todo lo último!!!
"delantero más malo que el bazuco", jajaja me juague de la risa